Ayuntamiento y 7 universidades promueven la convivencia entre los universitarios y los mayores que viven solos en Madrid

Dolores Navarro Charla Con Usuarias De Un Centro De Mayores De Madrid
EUROPA PRESS
Europa Press Madrid
Actualizado: martes, 17 diciembre 2013 21:41

MADRID 16 Oct. (EUROPA PRESS) -

El Ayuntamiento de Madrid y siete universidades madrileñas impulsan el acuerdo para fomentar que los estudiantes universitarios convivan en sus casas con las personas mayores que residen solas en sus domicilios de la ciudad.

Concretamente, el convenio ha sido rubricado entre el Ayuntamiento y las universidades Complutense, Autónoma, Politécnica, Rey Juan Carlos, Carlos III, Alcalá, Pontificia Comillas, según apunta el Consistorio en un comunicado.

El objetivo del acuerdo es que los mayores compartan su vivienda, además de sus conocimientos, experiencias o emociones, en el seno de una relación de "ayuda mutua". Para la gestión y seguimiento del programa se cuenta con la colaboración y experiencia de la entidad Solidarios para el Desarrollo.

El Área de Familia, Servicios Sociales y Participación Ciudadana calcula que se pueda alcanzar un total de 55 convivencias, según ha manifestado este miércoles la titular del departamento, Dolores Navarro.

La convivencia solidaria entre mayores y jóvenes universitarios fomenta el aumento de la autoestima mutua y el intercambio intergeneracional, al permitir a los jóvenes enriquecerse de la experiencia de los mayores y a éstos, adaptarse a las nuevas realidades sociales y culturales.

MOTIVACIÓN Y SENSIBILIDAD

Para llevar a cabo las convivencias, los participantes deberán cumplir una serie de requisitos. Las personas mayores deberán estar dispuestas a facilitar alojamiento gratuito a estudiantes universitarios.

Además, deben tener una edad igual o superior a 65 años, vivir solas y contar con un estado psicofísico que les permita valerse por sí mismos. Es necesario que cuenten con la sensibilidad y motivación suficientes como para convivir con una persona joven, además de disponer de una vivienda en buenas condiciones de habitabilidad e higiene, con una habitación habilitada para el estudiante.

Además, deben estar dispuestos a adaptar sus hábitos y estilo de vida a la convivencia con una persona de menor edad, a entregar la llave del domicilio al estudiante, así como respetar sus horarios de clase, vacaciones y fines de semana, en los términos que se acuerden.

No perturbar sus momentos de estudio e intimidad y cumplir los acuerdos que se establezcan libremente entre los convivientes son otras de las características a cumplir, tal y como revela el Consistorio.

Por su parte, los estudiantes deberán estar matriculados en una de las universidades adheridas al convenio, cursar estudios de grado o postgrado y estar dispuestos a prestar compañía a personas mayores que sufren soledad.

Asimismo, deberán tener una edad comprendida entre los 20 y 36 años, disponer de la sensibilidad y motivación para convivir con una persona mayor, contar con disponibilidad de unas horas al día para hacer compañía a la persona y pernoctar en el domicilio.

También deberán estar dispuestos a adaptar sus hábitos y estilo de vida a la convivencia con una persona mayor y ofrecer ayudas o contraprestaciones de común acuerdo, como acompañamiento al médico, compras de alimentos o paseo, entre otras. Los estudiantes deberán hacerse cargo de su comida, limpieza de sus dependencias, mantener el orden y cumplir los acuerdos que se establezcan libremente entre los convivientes.

La difusión de este programa se llevará a cabo en los campus de cada una de las universidades madrileñas que se han adherido al mismo y en los centros de servicios sociales municipales, además de otros centros para mayores del Ayuntamiento de Madrid.

POTENCIAR EL CONOCIMIENTO MUTUO

El Ayuntamiento señala que el "elevado número" de personas mayores de 65 años que viven solas en la capital "puede verse beneficiado" gracias al programa firmado hoy que permite mejorar la situación tanto de personas mayores como de estudiantes universitarios que se desplazan a otras ciudades para realizar sus estudios.

"Las instituciones no pueden quedar al margen de esta situación y han de desarrollar programas y actividades basadas en las relaciones intergeneracionales que favorezcan la consecución de una sociedad para todas las edades, mediante la eliminación de prejuicios y la potenciación del conocimiento mutuo", ha manifestado la delegada Lola Navarro.

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