Berzosa recuerda a Granados que no puede pedir su dimisión porque no pertenece a la comunidad universitaria

Actualizado: viernes, 23 abril 2010 16:13

Asegura no estar dispuesto a admitir "bajo ningún concepto" la "injerencia política" sobre el poder universitario

MADRID, 23 Abr. (EUROPA PRESS) -

El rector de la Universidad Complutense de Madrid, Carlos Berzosa, recordó hoy al consejero de Presidencia, Justicia e Interior de la Comunidad de Madrid, Francisco Granados, que no puede pedir su dimisión porque no pertenece a la comunidad universitaria después de que ayer el 'popular' insistiese en ello en sede parlamentaria.

Preguntado a la entrada de la presentación de la plataforma digital 'Escritores Complutenses 2.0.' por la insistencia del Gobierno regional en pedir su dimisión, Berzosa señaló que su argumento es el de siempre y que a Granados le dice lo mismo que le comentó al vicepresidente, Ignacio González, cuando dijo que no estaba habilitado para seguir en su puesto.

"Le diría lo mismo que le dije a González, yo sí que puedo pedir como ciudadano su dimisión, pero él no puede pedir la mía, entre otras cosas, porque no es miembro de la comunidad universitaria", apuntó Berzosa, quien añadió que la universidad "es autónoma, como señala la Constitución y como han recordado los rectores".

De esta manera también se refirió al apoyo que ha recibido por parte de la Conferencia de Rectores de Universidades Españolas (CRUE) y de las madrileñas (CRUMA) después de que durante la semana pasada a Berzosa le llovieran las críticas por haber permitido que la Complutense albergara un acto en apoyo al juez Baltasar Garzón.

También añadió que el propio Consejo de Gobierno defendió por unanimidad la autonomía universitaria, y, por tanto, "quien tiene que pedir la dimisión es la Universidad y sus componentes". "Ellos son los que pueden pedir mi dimisión, él no", apostilló.

En el mismo sentido, el rector continuó diciendo que Granados no tiene "ningún derecho" para pedir su dimisión y resaltó que toda la situación que está viviendo "es una injerencia política sobre el poder universitario" que desde la Universidad no están "dispuestos a admitir bajo ningún concepto".