MADRID, 23 Oct. (EUROPA PRESS) -
El nuevo presidente de Metro y delegado de Hacienda del Ayuntamiento de Madrid, Juan Bravo, pasará a trabajar como impulsor de los proyectos estratégicos de la compañía más allá de la función honorífica que decía tener el anterior presidente, Manuel Melis, que fue sustituido en su cargo el pasado mes de julio, tras meses en los que no acudía ni siquiera a las reuniones del consejo de administración.
Así lo explicó Bravo durante su primera comparecencia como presidente de la compañía en la comisión de Transportes e Infraestructuras de la Asamblea de Madrid, donde explicó en qué van a consistir sus funciones después de que se criticara, con el anterior presidente Melis, que el cargo que ostenta ahora Bravo tenía un valor meramente honorífico, frente a otros poderes, como el ejecutivo, dependiente de la gerencia.
Entre sus funciones, Bravo destacó la de convocar el consejo de administración, la firma de actas, dar el visto bueno de las rectificaciones, notificaciones y "la participación en la evolución y estrategia de la actividad en la sociedad". También será el encargado de ratificar los acuerdos, protocolos y convenios de la empresa, por lo que "tiene que tener el conocimiento y el seguimiento de su actividad".
Todo ello, "sin perjuicio de las facultades que hayan de ejercer el consejero delegado y el director gerente", apuntó Bravo en relación a Ignacio González Velayos e Ildefonso de Matías, que ocupan sendos cargos, respectivamente. Precisamente, con el nuevo organigrama creado antes de verano, las funciones de ambos quedan más concretadas.
Este nuevo organigrama de la empresa está compuesto por dos ejes: el institucional (González Velayos) y el operativo (De Matías). "Se ha adaptado a sus nuevas necesidades y se le ha dotado de mayor operatividad para hacer frente a los retos del futuro", explicó Bravo, quien destacó, además, que el cambio más relevante es que se ha dado mayor participación al principal órgano, el consejo de administración.
En este sentido, el presidente se presenta "como elemento integrador de las dos nuevas áreas de la empresa" y preside el Consejo, aunque matizó que la Presidencia es "no ejecutiva", lo que no significa "que no tenga una función de impulso de cobertura para sacar adelante los proyectos estratégicos de la compañía". "Son funciones relevantes, le vamos a dar mayor relevancia al consejo de administración e introducir mayores elementos de transparencia e información", añadió.
Por ejemplo, el consejo de administración será el responsable de las funciones ejecutivas de proyectos que superen los 5 millones de euros en el caso de que dependa de las tareas del consejero delegado de Metro o de 2,5 millones de euros, en el caso de que sea dependiente de los trabajos del director gerente de la compañía.
CAMBIAR LAS LÍNEAS DE ACTUACIÓN
Por otro lado, aseguró que la actual "profunda" crisis económica y la reducción de usuarios en el servicio va a obligar a "repensar y reenfocar" la empresa para intentar saber encontrar "permanentemente el equilibrio entre las necesidades de los usuarios y los recursos económicos en los servicios que tiene que tener Metro" para evitar en un futuro subidas tarifarias excesivas, entre otras cosas
"Tenemos que trabajar duro para optimizar costes", añadió Bravo, quien señaló que no hay que hablar tanto de austeridad como de "ajustar las necesidades". "No alcanzar la situación de desequilibrio financiero es nuestro objetivo", continuó el presidente de Metro, quien señaló que para ello habrá que renunciar a determinadas líneas de actuación y reducir las campañas de publicidad.
A su juicio, la mejor campaña de publicidad para Metro es mejorar el servicio y el "boca a boca" de los usuarios. "Nuestra vocación y nuestro ejercicio es mejorar si cabe todavía más el servicio que prestamos con la intención de que se sumen otros ciudadanos que hasta ahora usaban otro transporte público o el transporte privado", concluyó.
De esta manera, respondió al portavoz de IU en la comisión, Fausto Fernández, quien alertó de la "amenaza" que suponen los gastos de anteriores ampliaciones de la red con el descenso ahora de los usuarios. El diputado autonómico sugirió a Bravo que reflexione de cara al futuro para ver cómo hacer que Metro siga siendo accesible a todos los ciudadanos, incluido desde el punto de vista económico.
"Hay que reflexionar para que no se vea a largo plazo cuestionada la gestión, con la red, los costes y los usuarios que tenemos", apuntó Fernández, quien insistió en que hay que "parar las máquinas y mirar cuál es el futuro, la viabilidad y los objetivos para seguir manteniendo un buen servicio de Metro".
Por su parte, el portavoz del PSOE en la comisión, Modesto Nolla, criticó que en el registro mercantil no estén actualizados los nuevos cargos, y siga apareciendo, entre otras cosas, Manuel Melis como consejero delegado único o Ramón López, fallecido hace once años, como director gerente. "Supongo que deberá comunicar con más agilidad los cambios de la empresa", añadió.
Asimismo, preguntó al presidente si cree que el sistema de arrendamiento del material móvil que tiene ahora Metro "es lo más conveniente para la economía de Metro y de los madrileños desde el punto de vista económico financiero" y bromeó con uno de los temas polémicos de las últimas semanas: la Tasa de Basuras del Ayuntamiento. "Espero que, como presidente de Metro, no se le ocurra a usted hacernos cobrar por la limpieza de los vagones", dijo.
El portavoz del PP en la comisión, Pablo Murillo, destacó que el nuevo organigrama "va a ser un nuevo impulso" para la compañía y va a lograr el objetivo de "fidelizar al usuario y que éste posea un modelo de transporte como se merece". "Estamos haciendo un bien a los ciudadanos que tienen un medio de transporte seguro, cómodo, rápido y eficaz", apostilló.