MADRID 10 Dic. (EUROPA PRESS) -
CC.OO. consideró hoy que los colegios públicos adheridos al convenio que tiene el Ministerio de Educación con el British Council deben mantener el número de asesores, que, a su juicio, son mejores que los especialistas con los que puede contar la Comunidad de Madrid en su proyecto de bilingüismo.
En 1996 el MEC implantó el proyecto de bilingüismo British-Council en toda España y en la Comunidad Madrid se acogen al proyecto diez centros de Infantil y Primaria y otros tantos institutos asociados a estos. Además, otros muchos centros se acogen a dicho proyecto en otras Comunidades Autónomas en todo el estado.
El sindicato recuerda que una vez que se transfirieron las competencias educativas a la Comunidad y Esperanza Aguirre accedió a la Presidencia, "en vez de continuar con dicho proyecto, mejorarlo y extenderlo, en esa confrontación inútil y estéril Comunidad-Estado Central, Aguirre decide implantar otro proyecto bilingüe".
Sin embargo, señalan que el proyecto de la Comunidad tiene orientaciones educativas distintas, una metodología diferente y distinto tipo de dotación humana y material, "creando así un sistema bilingüe paralelo y diferenciado".
Así, por un lado, los 20 centros que se acogieron al British- Council en Madrid disponen de un proyecto que se caracteriza básicamente por contar con al menos cuatro asesores bilingües, extranjeros y seleccionados "ad hoc" y con un número de profesores españoles, especialistas en inglés, suficientes y necesarios, para impartir la lengua inglesa, que se coordinan con los asesores.
Este plan incluye, además, según el sindicato, una progresividad de aprendizaje que permite recuperar a los alumnos que se desfasan en el currículum, o bien por una razón u otra, se incorporan tarde al proyecto bilingüe, y persigue la pretensión de generalización y continuidad al incorporar centros asociados de Secundaria desde el primer momento del proyecto.
Por el contrario, aseguran que el proyecto de Aguirre cuenta con profesores que son todos españoles y especialistas en inglés y en el que el intercambio con profesores de habla inglesa es "puntual y ocasional". Además, consideran que "rompe" la continuidad del proyecto anterior e "impone un nuevo proyecto que fractura la homogeneidad educativa del bilingüismo con un sistema que se podría caracterizar de 'Mucho Inglés' pero no de bilingüista".
En este sentido, destacan que no cuenta con IES asociados desde el principio y que, sin embargo, se pretenden integrar este curso "independientemente de los centros de Primaria que ya lo tuviesen y a petición arbitraria y personal de los centros". "¿Qué hacen los alumnos de un CEIP bilingüe si los institutos que hay cercanos no eligen el bilingüismo?", se preguntan.
En la misma dirección, apuntan que el programa regional presenta "serias dificultades" para recuperar a los alumnos que se descuelgan y con una progresividad excesiva que dificulta, "si no impide, que se 'suban al carro' los alumnos que se incorporan tarde al proyecto". Por ejemplo, indican que Conocimiento del Medio en el British se da en inglés y español en cursos alternativos y en el Proyecto de Aguirre se imparte sólo en inglés desde los primeros cursos de Primaria, "con una acumulación de horas tal que es previsible el desfase curricular de un alto porcentaje de alumnos".
Por todo ello, CC.OO. cree que la actuación de la Comunidad en esta materia es "inadecuada" y que el ofrecimiento que le hace a estos centros de abandonar su proyecto e incorporarse al del Gobierno Regional "les obliga a descender de nivel en Metodología, Consecución de Objetivos y adquisición de Competencias Lingüísticas".
Esta es la razón por la que CC.OO. apoya las reivindicaciones del Proyecto British-Council, aboga por el mantenimiento de los asesores que han tenido hasta la fecha y por la sustitución de asesor por asesor y no por especialistas. Así, propone la evaluación, por expertos independientes y con seguimiento de todas las partes implicadas, de los dos métodos y que se elija el que obtenga los mejores resultados.