MADRID 6 Feb. (EUROPA PRESS) -
Un centenar de persianas de comercios del barrio madrileño de Malasaña se convertirán en lienzos en blanco para que artistas de todo el mundo conviertan la zona en una galería de arte al aire libre, según informa Somos Centro y recoge Europa Press.
La iniciativa, que parte del grupo de diarios Somos y del proyecto Persianes Lliures, tendrá lugar este domingo, 6 de febrero, a partir de las 10 horas, y en ella participarán artistas procedentes de Reino Unido, Holanda, Portugal, Barcelona, Valencia, Murcia y, por supuesto, de la propia capital.
El objetivo es que todas las persianas se estén pintando al mismo tiempo, y además habrá un punto de información en la plaza del Dos de Mayo. Además, el evento se podrá seguir a través de twitter, en directo y en vídeo.
"Los artistas podrán elegir en qué persiana intervenir de las disponibles según vayan llegando al lugar de encuentro, ya que el reparto se hará por riguroso orden de llegada. La pintura, salvo sorpresa de última hora, la pondrá el propio artista, y el tema a plasmar será libre", señalan desde la organización.
Esta propuesta "sin ningún dinero de por medio" servirá para protestar contra el abandono de algunas calles del Centro, donde se suceden los "cierres sucios de comercio que dan un aspecto de deterioro y abandono" al barrio.
"Pretendemos crear una auténtica galería de arte al aire libre que haga más agradable a la vista el paseo diario de los vecinos, ofrezca a los numerosos artistas que se mueven por Malasaña --grafiteros, pintores, diseñadores gráficos...-- lienzos urbanos sobre los que mostrar con tranquilidad aquello que atesoran y, por qué no, incluso proporcione a las personas que no viven aquí una razón más para visitarnos", explican desde su web.
Además, la iniciativa cuenta con el apoyo de la Asociación de Vecinos del Barrio Universidad (ACIBU)y de muchos comerciantes, tales como el Café Bar La Luna, la Mercería Megino o la peluquería El Traskilón, que ya han dado permiso para que los artistas puedan usar sus persianas.
Antes de Malasaña, el barrio del Guinardó, en Barcelona, ya se sometió a esta propuesta con la participación de "decenas de comerciantes y grafiteros, que crearon un espacio único y atractivo para los barceloneses y el turismo", según explica la organización, que avanza asimismo que la iniciativa se llevará a Valencia próximamente.