Clausurado un matadero ilegal en Colmenar Viejo, donde se realizaba la matanza de cerdos sin control sanitario

Actualizado: martes, 23 diciembre 2008 13:17

MADRID, 23 Dic. (EUROPA PRESS) -

Agentes de la Guardia Civil han clausurado un matadero ilegal de cerdos ubicado en una explotación ganadera de la localidad de Colmenar Viejo, donde se realizaba la matanza de cerdos sin control sanitario.

En el marco de los distintos servicios preventivos que realizan los agentes del Servicio de Protección de la Naturaleza, se tenía conocimiento de las posibles prácticas ilegales realizadas en las proximidades de Colmenar Viejo, donde se podrían estar realizando matanzas de porcinos sin ningún tipo de control sanitario.

Inmediatamente se realizó un despliegue por los agentes de la Guardia Civil, que se vio dificultado debido al alto número de explotaciones ganaderas existentes en la zona, logrando finalmente ubicar un punto donde se observó la presencia de un gran número de vehículos así como de personas, originarias en su mayoría de Rumanía.

Una vez localizado el lugar, el Servicio de Protección de la Naturaleza acompañado por personal veterinario de la Consejería de Agricultura de la Comunidad de Madrid, procedían a inspeccionar la explotación ganadera donde se descubrió un matadero totalmente ilegal, destinado a sacrificar porcinos sin ningún tipo de control sanitario.

Cuando los Agentes y el personal veterinario accedieron al lugar localizaron seis cerdos y seis cochinillos listos para el sacrificio; trece cerdos ya sacrificados, varios de ellos ya troceados y vendidos; medicamentos de uso exclusivo veterinario, la mayoría de ellos caducados; gran cantidad de leche en mal estado y dinero en efectivo

En el momento de acceder al lugar la Guardia Civil localizó a 21 personas, alguna de ellas acompañadas por sus hijos menores que jugaban en el lugar ajenos a todo, todas ellas de origen rumano, que manifestaron a los agentes del SEPRONA que habían pagado unos 180 euros por la compra de un cerdo completo.

El ahora detenido, realizaba las matanzas de cerdos a gran escala. Los interesados acudían a su explotación ganadera, seleccionaban el animal que querían y tras previo pago el propietario sacrificaba al cerdo, llegando incluso a trocearle si así se lo solicitaban.

El animal era entregado al comprador sin realizarle ningún tipo de control sanitario ni veterinario, por lo que los destinatarios podían adquirir alguna enfermedad al consumir cerdos que pudieran estar contagiados. Al detenido, un varón español propietario de la explotación ganadera, se le imputa un delito contra la salud pública.