MADRID 13 Mar. (EUROPA PRESS) -
Cientos de personas han generado colas de hasta tres horas en la madrileña plaza de Cibeles, que se ha convertido este jueves en una especie hospital de campaña donde los interesados se han podido realizar una prueba para conocer la salud de sus riñones.
En el marco del día mundial de este órgano, la Fundación Renal Española y Madrid Salud han colocado una carpa a la que los ciudadanos han ido acudiendo poco a poco para recibir un diagnóstico simple y rápido. Una punción en el dedo y un análisis de sangre han sido suficientes para completar este proceso.
Félix, uno de estos ciudadanos, ha insistido tras pasar por las manos de los sanitarios, en que este es "un pinchazo que te puede cambiar la vida" porque se abre la posibilidad a descubrir una insuficiencia renal, pero también una advertencia para tratarla. Preguntado por qué le diría a aquellos que no han asistido, ha expresado que "si no han venido es porque no se han enterado" y no porque haya gente que no esté dispuesta.
A la convocatoria han acudido personas no solo de la capital, sino también de municipios de la región. Desde las ocho de la mañana ya había una multitud dispuesta a conocer su estado renal. Incluso un centro de mayores de la capital ha aprovechado el evento para llevar a varios de sus usuarios en grupo.
Los profesionales encargados de llevar a cabo este proceso han sido un equipo de nefrólogos, la rama de la medicina que trata los riñones. María Pérez es una de ellas y ha contado a Europa Press que esta prueba consiste en una detección de insuficiencia renal teniendo en cuenta varios factores.
"A todos les repasamos la tensión, miramos el índice de masa corporal, se mide también la glucemia, porque el tener una glucemia alta o diabetes y tener la tensión alta es un factor de riesgo para una insuficiencia renal. Y luego hay dos detecciones de sangre", ha explicado la sanitaria haciendo hincapié en que todos esos datos se obtienen en base a un solo pinchazo en el dedo.
"UN ÉXITO SIN PRECEDENTES"
La presidenta de la Fundación, Isabel Rentero, ha calificado este evento como un "éxito sin precedentes" debido a que ningún año habían conseguido atraer a tantas personas. Desde el propio punto de análisis, el personal confesaba que no se esperaba tal afluencia y que han tenido que reponer el material previsto para poder cubrir la demanda.
María Dolores Arenas, nefróloga desde hace 30 años y directiva de esta entidad, ha defendido que este día sirve para "visibilizar la enfermedad renal, que aunque es una enfermedad que tiene un alto impacto en salud pública se conoce muy poco".
Contra este desconocimiento, Arenas ha defendido las pruebas que hoy se están haciendo, así como los análisis en general, porque "la enfermedad renal no duele" y "no avisa" hasta que está en fases muy avanzadas. "Aunque nosotros no tengamos sensación de tener enfermedad, tenemos que detectarla pronto para poder actuar, prevenirla. Conocimiento es prevención y prevención es salud", ha defendido.
Desde esta intención de divulgación, la iniciativa ha ido más allá de la prueba médica y ha repartido diferentes octavillas en las que se mostraban consejos para cada caso. Entre ellos, ideas para personas con hipertensión, sobre peso o recomendaciones de alimentación para cuidar el órgano protagonista de esta jornada.