MADRID, 28 Oct. (EUROPA PRESS) -
La Comunidad de Madrid, a través de las inspecciones realizadas a establecimientos que comercializan artículos de Halloween por la Dirección General de Consumo, ha detectado "la proliferación de artículos decorativos relacionados con la Santa Muerte y que, en su interior, contienen semillas que pueden resultar muy tóxicas y peligrosas", según un comunicado del Gobierno regional.
Con el objetivo de garantizar que las compras de los consumidores
madrileños gocen de la máxima protección en materia de consumo, se están retirando los artículos que pueden ocasionar, entre otras lesiones, quemaduras, asfixias, ahogamientos e incluso estrangulamientos, siendo una de las novedades de la campaña de este año las figuras de la 'Santa Muerte'.
En la anterior campaña de Halloween se retiraron hasta "3.000 disfraces, 230 caretas y máscaras y 661 capas", entre otros artículos, número que se espera que se reduzca debido a "la efectividad y el efecto disuasorio de campañas anteriores", así como al "compromiso de los comerciantes".
Según la Comunidad, los comerciantes, "en su deseo de colaborar con la Administración y en aras de proteger al consumidor", han modificado sus puntos de compra o proveedores, desechando aquellos que ofrecen productos de mala calidad e inseguros.
La Dirección General de Consumo recomienda revisar el etiquetado de los productos, evitar comprar productos inflamables como "las telarañas decorativas" o que provoquen riesgo de asfixia como "las pilas pequeñas de determinados artículos".
Para ello, recuerda que los consumidores han de asegurarse de que "los disfraces, pelucas y juguetes infantiles tengan el marcado CE, contengan la edad para las que son aptos -en el caso de que esté restringido para determinados menores-, indiquen el peligro que entraña si el artículo no es apto para menores de 36 meses, y que todo el etiquetado se exprese en español".
Existen otros factores a tener en cuenta a la hora de comprar disfraces en Halloween como fijarse si hay cordones a la altura del cuello que puedan provocar asfixias, que las máscaras y cascos tengan un área de ventilación suficiente para evitar ahogamientos, que no se trate de prendas inflamables y que los artículos no tengan piezas pequeñas que se desprendan fácilmente y que puedan tragarse lo más pequeños, ha recordado la Dirección General de Consumo.
