Condenado a diez años de prisión el acusado de asesinar a un vigilante de la pista de hielo de Alcalá

Actualizado: jueves, 9 julio 2009 19:22

MADRID, 9 Jul. (EUROPA PRESS) -

La Audiencia Provincial de Madrid ha condenado a diez años de prisión al acusado de asesinar el 1 de enero de 2007 a un vigilante de la pista de hielo de Alcalá de Henares. Ioan Grancea, de 28 años, murió desangrado en los brazos de su mujer a consecuencia de las dos puñaladas que recibió de su agresor.

En una sentencia hecha pública hoy, la Sección Quinta de la Audiencia madrileña impone a Francisco Javier A.C. diez años de cárcel por un delito de homicidio. Además, le condena a indemnizar con 240.000 euros a los familiares del fallecido.

Asimismo, la Sala absuelve al Policía Antonio T.C. del delito de denegación de auxilio del que había sido acusado, al igual que exonera al Ayuntamiento de Alcalá de Henares como responsable civil de los hechos ocurridos.

La sentencia relata que ese día alrededor de las 7 horas Francisco Javier A. de la C., acompañado de su novia, y unos doce amigos acudieron a la pista de hielo instalada en la Plaza de Cervantes, portando palos de madera y una barra de hielo.

Grancea, que trabajaba de vigilante en la pista, inició una discusión con el grupo de jóvenes, en cuyo transcurso sacó una navaja que portaba en el bolsillo, de unos 9,8 centímetros de longitud y entre 26 y 27 milímetros. Con ánimo de acabar con su vida, asestó a Ioan Grancea dos puñaladas, una en la cara anterior del hemitórax izquierdo, a la altura del pecho y otra en la cara posterior, cayendo al suelo y comenzando a sangrar.

Entretanto, el agente Antonio T.C. se encontraba en el interior del Ayuntamiento de Alcalá, situado a unos 20 ó 30 metros de la pista de hielo. Una de las empleadas del servicio de limpieza alertó al Policía de lo que estaba sucediendo. Tras observar la pelea, el agente decidió no intervenir, ignorando los gritos que lanzaba la mujer de la víctima. Después de que el agente le dijera que no iba a intervenir, la limpiadora llamó a la Policía Nacional.

Momentos más tarde se personó una patrulla de la Policía Nacional, otra de la Policía Local y una ambulancia. La víctima falleció a las 7.30 horas como consecuencia de un shock hipovolémico producido por dos heridas de arma blanca en hemotórax izquierdo, con afectación cardiaca y pulmonar, provocándole un fallo multiorgánico.

Tras el crimen, el procesado se deshizo de la navaja utilizada en la agresión, arrojándola al cauce del río Henares. Agentes de la Guardia Civil intervinieron el arma homicida diez días después. Desde el 2 de enero de ese año, el presunto homicida permanece en prisión preventiva en la cárcel de Alcalá Meco.