MADRID, 10 Jun. (EUROPA PRESS) -
La Dirección General de Consumo ha recomendado contratar siempre estos servicios con pagos mensuales y no anuales tras el reciente cierre repentino del gimnasio Serrano 50, que ha dejado con cuotas anuales pagadas a muchos abonados.
Según ha informado Consumo, ante una situación como esta, los consumidores no pueden usar los servicios abonados y se enfrentan al problema de recuperar su dinero.
La Comunidad de Madrid está investigando la situación de esta empresa. Si se la localiza, la Dirección General de Consumo puede actuar sobre las reclamaciones que le llegan. Sin embargo, cuando la situación se considera un delito (estafa, por ejemplo), todas las actuaciones pasan a manos de los tribunales, hacia donde se derivan las quejas de los consumidores que recibe Consumo.
Conocer la empresa que gestiona el gimnasio (por referencias, por prestigio) puede ser una garantía en el momento de escoger un centro donde practicar deporte.
Por otro lado, el consumidor puede reconocer algunos requisitos que deben cumplir este tipo de locales, como exhibir la licencia municipal correspondiente en lugar visible, mostrar un cartel informativo con precios, horarios, aforo, actividades y datos de la empresa, disponer de libros de reclamaciones, contar con personal responsable de la seguridad y el mantenimiento y tener contratado un seguro de incendios y otro de responsabilidad civil.
Además, el usuario debe saber que, entre otras cosas, el centro no puede obligar al pago domiciliado y debe aceptar dinero en metálico; que tiene que informar de cualquier cambio de horario o de monitores con antelación; y que, si anuncian la admisión de tarjetas de crédito, las deben aceptar siempre.
El consumidor tiene que firmar un contrato y recibir facturas de cada abono que realiza.
