MADRID 9 Ago. (EUROPA PRESS) -
La Comunidad de Madrid ha abierto expediente a tres empresas que ofrecían vacaciones de lujo por créditos de entre 12.000 y 18.000 euros a destinos de todo el mundo y a realizar en cualquier época del año, viajes que luego no podían realizarse por no haber nunca plazas disponibles en los hoteles elegidos.
Las denuncias de algunas de las personas estafadas alertaron a la Dirección General de Consumo de esta práctica, por lo que abrieron expediente a las tres compañías identificadas en las reclamaciones por una estafa que asciende a 250.000 euros. El expediente de una de ellas ha sido incluso transferido a la Fiscalía por si ésta quisiera iniciar algún tipo de actuación por irregularidades fraudulentas.
Las empresas utilizaban a 'ganchos' en la calle que atraían a personas, normalmente de vacaciones, a quienes invitaban a desayunar o comer y les explicaban la "maravillosa oferta", disponible sólo un par de días, para viajar a destinos paradisíacos de todo el mundo en hoteles de lujo o incluso palacetes.
Abrumados por la oferta y presionados por su pronta expiración, los timados accedían a firmar el contrato, que les comprometía con créditos personales de, normalmente, entre 12.000 y 18.000 euros. Estos créditos tienen un plazo de una semana para que el suscriptor pueda cambiar de idea y cancelar su contratación.
Sin embargo, los suscriptores normalmente no regresaban a sus hogares antes de esa semana y no era hasta el momento en que intentaban contratar su siguiente periodo vacacional utilizando su nuevo 'club' cuando se daban cuenta de que nunca había plazas en los destinos y en las fechas de su elección, por lo que terminaban por perder el dinero.
La directora general de Consumo de la Comunidad, Carmen Martínez de Sola, avisó hoy de esta estafa, aunque recordó que "se trata de tres empresas concretas, no significa que todas las compañías que ofrecen estos paquetes de lujo engañen a la gente".
"Querría avisar a todos los consumidores de que tengan cuidado a la hora de contratar este tipo de servicios, que se lean la letra grande y también la pequeña, y que sean consciente de sus derechos al firmar este tipo de contratos y de créditos al consumo, porque tienen toda una semana para retractarse y avisar a la compañía de que no lo aceptan finalmente", explicó Martínez de Sola.
El peligro de este tipo de préstamos es que no se paga el dinero a la empresa, sino que es el propio usuario el que se hace cargo del crédito, por lo que deberá seguir pagándolo incluso cuando el servicio por el que lo contrató deja de prestarse.