MADRID 1 Ago. (EUROPA PRESS) -
Un total de 1.013 menores procedentes, en su mayoría, de Bielorrusia, Georgia, Rusia, Ucrania y regiones del Sahara, pasarán el verano con familias de la Comunidad de Madrid, a través del proyecto humanitario 'Madrid Acoge', que se desarrolla cada verano desde los años 90. En esta iniciativa participa el Instituto del Menor y la Familia (IMMF), dependiente de la Consejería de Familia y Asuntos Sociales de la Comunidad de Madrid.
"Este programa es fundamental, tanto para los niños que vienen de otros países como para las familias madrileñas", declaró hoy la consejera de Familia y Asuntos Sociales regional, Gádor Ongil, en el marco del acto de bienvenida celebrado en la Real Casa de Postas."Es un gesto de generosidad importante de las familias madrileñas por traerse a estos niños durante los meses de verano, que además de poder darles una calidad de vida mejor, que la que tienen en sus países, es una forma de transmitirles también los valores de tolerancia, convivencia y libertad que tenemos en este país y en esta comunidad".
Así, la mayor parte de los menores que participan en el programa de este verano, proceden de los territorios saharauis, desde donde vienen 463 niños. Les sigue, por orden de procedencia, Bielorrusia, con 254 menores; Ucrania, con 153; Rusia, con 105; y 38 de la República de Georgia.
LA LABOR DE LAS ONG.
Las estancias se canalizan mediante la entidades sin ánimo de lucro que se encargan, a su vez, de gestionar la llegada de los menores a la región y coordinar el transcurso del proyecto. Este año han participado una docena de organizaciones, que en muchos casos han traído a niños que decidieron repetir la experiencia de años anteriores.
Una de las ONG, que se ha adherido a esta iniciativa por segundo años consecutivo, es la Comunidad es Amigos de Ucrania, cuya coordinadora, Mamen Díaz, explicó en qué consiste el proceso para entrar a formar parte de 'Madrid Acoge'. En primer lugar, el Instituto del Menor y la Familia tiene que estudiar el proyecto de cada entidad y con la aprobación del mismo, las ONG se dirigen a la Delegación del Gobierno, donde les conceden el permiso para que los menores puedan entrar en España. Tras superar estos trámites, las entidades envían los permisos a el país en cuestión, donde, según Díaz "el proceso es más complicado y lento".
Una vez que los niños llegan a Madrid, Díaz afirmó que, tras las dificultades iniciales, los menores "tienen un poder de adaptación increíble y, pasados unos días, son como de la familia", aseguró la coordinadora quien a su vez acoge a Irina, una menor ucraniana.
En cuanto a labor de la Comunidad de Madrid en sacar adelante estos proyectos, Díaz manifestó su agradecimiento a la administración regional por ayudarles a gestionar la documentación requerida por el Gobierno central, así como su apoyo a los menores y las familias ante cualquier eventualidad.
COORDINACIÓN CON SANIDAD.
Desde 2004 la Consejería de Familia y Asuntos Sociales trabaja en coordinación con la de Sanidad y Consumo para que todos los menores extranjeros acogidos en verano por las familias madrileñas puedan ser atendidos en el 'Programa de Prevención de Desarrollo de Tuberculosis', ya que los seguros privados no cubren este tipo de afecciones.
Así, Con esta iniciativa sanitaria se complementa el proyecto y garantiza que la estancia de los pequeños sea lo más segura y grata posible.