Manuela Carmena en la inauguración
AYUNTAMIENTO DE MADRID
Actualizado: domingo, 26 noviembre 2017 13:15

MADRID, 26 Nov. (EUROPA PRESS) -

La feria del libro de la mexicana ciudad de Guadalajara ha abierto sus puertas contando con ciudad invitada a Madrid, una ciudad que quiere demostrar "su vocación de universalidad, agradecimiento y deseo de continuidad" en su propuesta.

"No hemos apostado solo por traer, sino también por dejar, por establecer contactos, por mantener una comunicación permanente". Y también por devolver, por saldar de alguna forma una deuda de agradecimiento con México y sus habitantes por el papel trascendental que jugó este país en la vida de los españoles tras la Guerra Civil", ha indicado durante la inauguración de la feria la alcaldesa matritense, Manuela Carmena.

"Mi generación, los que nacimos en el franquismo, nos formamos con libros editados en gran parte en México y Argentina, que teníamos que buscar en las reboticas de las librerías donde estaban escondidos. Gracias por todo aquello que nos aportaron y por permitir devolverlo hoy amando a este país", ha dicho.

También ha recordado que la próxima primavera en Madrid abrirá sus puertas la Casa de México, una "deuda pendiente" que la capital de España tenía con el pueblo mexicano, ha recordado la primera edila.

El rector de la Universidad de Guadalajara, Tonatiuh Bravo, insistió en esos lazos comunes, más cuando se cumple el 40 aniversario del establecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países: "Madrid es una visita luminosa para escuchar el valor de su palabra".

La alcaldesa no ha podido ocultar su emoción tanto por lo que la Feria significa para Madrid como por lo que los libros suponen para la vida de las personas: "Me emociona constatar hasta qué punto nos pueden cambiar la vida. Sin los libros no podríamos vivir".

VOCACIÓN DE UNIVERSALIDAD

Madrid ha protagonizado las intervenciones de todos los participantes de la inauguración con alusiones continuas a la riqueza cultural de una ciudad que, en palabras de Raúl Padilla, "es la capital de la cultura iberoamericana". "Es la vanguardia del mundo del libro y está a la cabeza en la edición y lectura de libros. La Feria Internacional del Libro de Guadalajara no se puede entender sin Madrid ni España en su conjunto", ha añadido.

"Madrid, ¡qué bien suena tu nombre, rompeolas de todas las Españas!" ha sido el verso de Antonio Machado que le ha servido a Carmena para reivindicar la vocación de universalidad de la capital, "que no se queda en las Españas ubicadas en la piel de toro, sino en estas Españas en las que todos compartimos un idioma y la dicha de amar a los otros idiomas que conviven con nosotros".

Un papel en el que incidió también Padilla al destacar la vocación iberoamericana de Madrid, una ciudad cuya presencia en la feria supone "un aliento de esperanza a los que creemos en la libertad de la cultura y la capacidad de la letra para hermanar a los pueblos".

Manuela Carmena hizo un repaso al programa que ha diseñado Madrid para los diez días que dura la feria y que tiene un denominador común: mostrar no solo a las figuras consagradas, sino también a las emergentes. "Hemos traído a tres generaciones de escritores que creíamos necesario que estuvieran. No solo grandes nombres, sino también los menos conocidos", ha apuntado.

Lo mismo ocurre con las editoriales. Están las grandes pero también las pequeñas "que están teniendo un papel trascendente en la innovación". Un afán innovador que impregna el programa madrileño con propuestas como el "boxeo" entre dramaturgos mexicanos y españoles, los espectáculos de nuevas formas de poesía o la intervención de Boa Mistura, inaugurada ayer, con el deseo de rehabilitar, a través del arte participativo, zonas de la ciudad más deterioradas.

EL ÁGORA DE MADRID

Tras la inauguración de la Feria, Carmena ha cortado la cinta que abría el Pabellón de Madrid, un cilindro blanco por dentro, negro por fuera, de 21 metros de diámetro, y el techo de luz, firmado por el arquitecto Alberto Campo Baeza.

Instalado a la entrada de la FIL, trata de rememorar la idea del ágora griega, del espacio compartido, de la cultura participativa. En él se desarrollará el programa literario, profesional y académico de Madrid. En las estanterías que circundan todo el interior del cilindro, una muestra de libros que los visitantes pueden leer.

Sus paredes muestran todo lo que ha sido la actividad cultural de la ciudad en las últimas décadas desde la visión de uno de los artistas más singulares, el pintor y dibujante Andrés Rábago, cuya obra se muestra en la exposición El Roto/Rábago.

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