MADRID, 10 Sep. (EUROPA PRESS) -
Hoyo de Manzanares vive mañana la fiesta de la Caldereta que fue declarada Fiesta de Interés Turístico regional el pasado mes de abril por su arraigo tradicional y su carácter histórico y en la que se degustarán 1.000 kilos de guiso de carne de res de lidia, ha informado el ejecutivo regional en un comunicado.
La Caldereta se une así a la Semana Cervantina, la Semana Santa y la Representación teatral de Don Juan Tenorio de Alcalá de Henares, el Belén Viviente de Buitrago de Lozoya, la Fiesta de La Maya de Colmenar Viejo, la Embarcación de la Virgen de la Alarilla de Fuentidueña de Tajo, la Escenificación de la Aparición del Santísimo Cristo de Griñón y la Pasión Viviente de Morata de Tajuña.
La Caldereta, es una fiesta que se celebra entorno al guiso de carne de res de lidia, una joya de la gastronomía madrileña que parece remontarse al siglo XIII, a la época en que los pastores segovianos poblaban estas sierras y que se elaboraba en época de cosecha, con motivo de la fiesta en honor a la Virgen.
La tradición dice que en Hoyo de Manzanares se lidiaban dos toros, el de los solteros y el de los casados; el segundo, una vez terminado el festejo taurino, se repartía entre las familias mientras que el primero, el de los solteros, se guisaba para convidar a cenar a todos los vecinos.
En el año 1958, la Asociación de La Caldereta se constituyó con la finalidad de retomar esta tradición y desde entonces, año a año, se viene celebrando para invitar a cenar a los visitantes que cada año en mayor número, acuden a Hoyo de Manzanares con motivo de esta Fiesta.
Este guiso de carne de toro cuenta además con la peculiaridad de que se elabora siguiendo una antigua receta conocida sólo por el cocinero de la Asociación y que se transmite de cada cocinero a su sucesor generación tras generación.
Así, tras las corridas de toros y en la Plaza Mayor, los miembros de la Asociación La Caldereta acotan el espacio para colocar los más de treinta calderos con 1.000 kilos de carne guisada que sirven sobre un trozo de pan y de espaldas a los comensales, para no favorecer a familiares o amigos.
