Gallardón no subirá impuestos y asegura que el Ayuntamiento "no tiene facturas ocultas en los cajones"

MADRID, 4 Oct. (EUROPA PRESS) -

El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, ha insistido este martes en el desayuno organizado por 'La Razón' que su equipo apuesta por la congelación de impuestos en época de crisis y ha añadido que la gestión municipal se caracteriza por la transparencia, reconociendo que ha tenido demoras en el pago a proveedores, por ejemplo, pero que no hay "facturas ocultas en los cajones", algo que no pueden afirmar otras administraciones.

El primer edil ha arremetido contra algunas de las propuestas presentadas este fin de semana por el candidato socialista a la Presidencia, Alfredo Pérez Rubalcaba, que anunciaba su intención de subir los impuestos al tabaco y al alcohol.

"No vamos a subir impuestos, en crisis no se puede pedir a los ciudadanos que mermen su capa de gasto e inversión para dinamizar la economía. Hay que hacer una congelación de la presión fiscal", ha defendido.

En este punto, el 'popular' ha indicado la existencia de dos modelos, el de Mariano Rajoy y las propuestas que presentó este fin de semana en Valencia, y el de Rubalcaba, con un "intento estéril de confrontación y de inutilidad de soluciones en lo económico". "No es el momento de subir impuestos sino de reducir el gasto", ha opinado.

Por esa línea va la elaboración de los presupuestos municipales, caracterizados en este momento por la "incertidumbre" generada por el Gobierno central, que no publica su proyecto de cuentas ni aprueba un decreto de prórroga, por lo que los ayuntamientos no pueden saber lo que les corresponde por transferencias del Estado.

PRESUPUESTO AUSTERO

Tras recordar que con él al frente de la Alcaldía el Ayuntamiento siempre ha aprobado los presupuestos y las liquidaciones "en plazo", el primer edil ha avanzado que las cuentas de 2012 se elaborarán bajo la premisa de la "austeridad", como se ha venido haciendo aplazando inversiones, por ejemplo. Es el caso del nuevo Centro Internacional de Convenciones o del estadio de Vallehermoso.

"Garantizamos en la parte que nos corresponde los servicios sociales y que atenderemos a los sectores más débiles. Esa es la diferencia entre los recortes efectivos del Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero y el compromiso de mantenimiento de los servicios del PP", ha añadido el 'popular'.

Tampoco se ha olvidado de criticar la "discriminación" que sufren las haciendas locales al no poder refinanciar su deuda, cosa que sí pueden hacer comunidades y Estado. Aquí ha apuntado que si el Estado no pudiera hacerlo, el presidente Zapatero y el resto del funcionariado no podrían haber cobrado sus nóminas desde el 7 de enero.

En cuanto a la deuda, Gallardón cree que aunque jurídicamente sea viable comparar al Ayuntamiento de Madrid con otros, económicamente no lo es dado que sólo la ciudad aporta el 11 por ciento del PIB nacional. Por ello se ha mostrado un firme defensor de la aplicación de la ratio deuda/PIB, que sitúa a Madrid es una posición "extraordinariamente favorable".

"Nos endeudamos cuando podíamos y debíamos, no nos endeudamos para pagar gasto corriente sino para invertir", ha defendido el primer edil después de afirmar que mientras el Ayuntamiento dedica 3,55 euros de cada 100 al pago de intereses, el Estado aporta 13,08 euros. "El peso de la deuda en el Ayuntamiento es infinitamente inferior, es tres veces inferior al de la Administración General del Estado", ha zanjado.

EL FIN DE LAS "CONTRADICCIONES"

Preguntado por si un gobierno del PP daría marcha atrás con algunos de los recortes llevados a cabo por el Ejecutivo socialista, como lo referido a las pensiones, Ruiz-Gallardón ha apuntado que "habrá margen cuando la economía crezca".

De un futuro Ejecutivo liderado por el PP, Gallardón ha destacado que seguirá "criterios no sujetos a contradicciones" y que "mantendrá los compromisos adquiridos". Todo eso, en su opinión, "es un factor de confianza en si mismo" de cara a la ciudadanía, al resto de países y a los mercados.

En este punto ha hecho hincapié en la importancia de que el PP obtenga una mayoría absoluta "para gobernar sin debilidad estructural" y aplicando el compromiso como factor de recuperación económica. Así, ese Gobierno se distanciará del actual, que ha generado "una pérdida de credibilidad interna y externa por la falta de firmeza en el mantenimiento de sus políticas económicas".