Gallardón pide más competencias municipales sobre tráfico y un endurecimiento de penas por exceso de velocidad en ciudad

Pide autonomía para que los consistorios puedan usar señales específicas aunque no estén incluidas en el reglamento de la Ley

Europa Press Madrid
Actualizado: lunes, 22 febrero 2010 14:57

MADRID, 22 Feb. (EUROPA PRESS) -

El alcalde de Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, pidió hoy más competencias para los ayuntamientos en materia de seguridad vial y un endurecimiento de las sanciones por comportamientos "insolidarios" como superar los límites de velocidad en las ciudades, o parar o estacionar en el carril-bus, así como más facilidades para cobrar las multas a vecinos de otros municipios y, especialmente, de otras comunidades autónomas.

Durante su intervención en la II Jornada Parlamentaria sobre Seguridad Vial y Prevención de Accidentes de Tráfico, celebrada hoy en el Congreso de los Diputados de Madrid, Gallardón destacó que "hace falta ampliar las competencias de las ciudades para regular la circulación de las bicicletas y de otros medios de transporte alternativos en el espacio público".

Entre otras cosas, pidió que se considere 'muy grave' circular a 100 kilómetros por hora en vías limitadas a 50 kilómetros por hora, comportamiento ahora calificado como 'grave'; y que se recupere la detracción de dos puntos del carné de conducir para los ciudadanos que paren o estacionen en el carril-bus, ya que la eliminación de esta medida "no es un paso adelante para eliminar o reducir los comportamientos que hacen menos atractivo el uso del transporte público".

"Los ayuntamientos siempre somos acusados de voracidad recaudatoria, pero no queremos que se suban las sanciones, sino que las multas sean más efectivas y por eso es más eficaz quitar puntos para quien afecta gravemente al transporte público", apostilló.

Por otra parte, el primer edil madrileño pidió a las autoridades de tráfico permiso para que los ayuntamientos puedan utilizar "señales propias" fuera del reglamento de la Ley de Seguridad Vial, necesarias para "informar a los usuarios" sobre situaciones específicas de los ámbitos urbanos. "El Estado debería habilitar a los ayuntamientos a usar señales propias", insistió.

Finalmente, subrayó las dificultades que las corporaciones locales siguen encontrado "para hacer efectivas las sanciones a quien no reside en los municipios, mucho más si no es siquiera vecino de la misma comunidad autónoma", pese a la creación de la Dirección Electrónica Vial y de otras mejoras en este sentido.

BIEN HASTA AHORA

"Creo que se ha hecho mucho y bien, pero principalmente fuera de los ámbitos urbanos, y ahora toca, siguiendo el muy buen ejemplo de las políticas en las vías interurbanas, aplicarlas a los casos de las ciudades. El centro de las políticas de tráfico deben ser las personas, y no los vehículos. Hay que priorizar la calidad de los espacios y recuperar la esencia de la ciudad como espacios de auténtica calidad", proclamó el regidor madrileño.

Y junto a este objetivo prioritario de poner al peatón en el corazón de las políticas de movilidad y de cambiar la cultura de movilidad de los ciudadanos, Gallardón opinó que también hay que "establecer elementos alternativos a la rapidez del coche para conseguir que la movilidad sea un factor de competitividad de los espacios urbanos".

Sin embargo, "las actuales normas de tráfico se hicieron pensando en los usuarios de las carreteras y de las vías interurbanas, y se revelan insuficientes para solucionar los problemas de seguridad vial en las vías urbanas. Y la reforma de ley de Seguridad Vial, que entrará en vigor en mayo, no ha sido todo lo generosa que debía con los ayuntamientos, y algunos problemas que esperábamos que tuvieran solución deberán seguir esperando a una futura reforma", añadió el dirigente 'popular'.

CASO MADRILEÑO

En Madrid, según datos de Gallardón, viven actualmente unos 3,3 millones de personas, hay 4.500 kilómetros de viales y casi dos millones de vehículos, a los que se suman otros 800.000 de los vecinos de otros municipios que trabajan en la capital, llegando casi al millón si se tienen en cuenta los que circulan por las vías urbanas madrileñas. Así, cada día circulan por unos 600 kilómetros cuadrados de ciudad más de 2,4 millones de vehículos.

Para mejorar la movilidad, el Gobierno local está introduciendo medidas de templado del tráfico, ha ganado superficies peatonales e insiste en el uso y mejora del transporte público, entendido como Metro, autobuses y taxis, así como en el de los medios alternativos.

Con estas líneas de trabajo, entre 2001 y 2008 la capital ha conseguido reducir en un 60 por ciento las víctimas mortales de accidentes de tráfico, pasando de 104 a 43 muertos. Así, se ha conseguido alcanzar, con dos años de adelanto, el objetivo de la Carta Europea de la Seguridad Vial, firmada por Madrid en 2005 y que exige reducir en un 50 por ciento las víctimas mortales de tráfico hasta 2010.

"Pero cuando hablamos de vidas humanas, no podemos declararnos satisfechos, sino que tenemos la obligación clara de redoblar nuestros esfuerzos y acentuar la tendencia. Y para eso hay que trabajar por conseguir cero víctimas", añadió.

Para ello, Madrid tiene seis línea de trabajo, cuatro preventivas y disuasorias y dos más de actuación en caso de siniestro. Entre las primeras se incluyen acciones de educación y formación como las clases de los policías municipales a 109.000 escolares de la ciudad o el camino escolar seguro; la mejora de la información y la comunicación en tiempo real por Internet o paneles de información variable; y las campañas de concienciación.

Asimismo, la mejora de las infraestructuras es fundamental en la gestión de la movilidad, y en Madrid ha sido de especial importancia el soterramiento de la M-30, que "eliminó los puntos peligrosos y redujo extraordinariamente el número de víctimas mortales". La creación del cuerpo de Agentes de Movilidad se incluye también en esta línea.

Con respecto al eje de actuación en caso de accidentes de tráfico, Gallardón destacó las acciones de atención y auxilio a las víctimas, con el Samur que atendió 18.015 intervenciones el año pasado con una media de 8 minutos y 9 segundos por aviso; y también las de estudio de siniestros gracias a las nuevas competencias de la Policía Municipal como policía Judicial.

DATOS

Según los datos aportados por el primer edil, hoy en día el 53 por ciento de los accidentes de España se producen en vías urbanas, el 98 por ciento de los viajes son de menos de 50 kilómetros, y el 65 por ciento del transporte de mercancías también es local. "Por tanto, conseguir una movilidad urbana sostenible y segura es crucial para la calidad de vida y para nuestras economías", apuntó, recordando que en las ciudades europeas vive ya el 72 por ciento de los ciudadanos y se genera el 85 por ciento de la riqueza.

Asimismo, los afectados por accidentes urbanos son mayoritariamente peatones y ciclistas, y el 42 por ciento de los muertos en las zonas urbanas son peatones. Sin embargo, "la realidad de las ciudades es muy diferente a la de las carreteras", lo que obliga a tomar medidas diferentes para atacar la problemática en uno u otro espacio.

Fundamental es "cambiar la mentalidad de las zonas urbanas" para que los conductores sean más conscientes de que el peatón tiene derecho prioritario al uso de estos espacios, y se debe fomentar el uso de transportes alternativos como las bicicletas o los medios híbridos que permiten a más tramos de población usar este tipo de medios.

En la mesa de debate, junto al alcalde, se encontraban los primeros ediles de Sevilla, Alfredo Sánchez; Bilbao, Iñaki Azcuna; Murcia, Miguel Ángel Cámara; y Vigo, Abel Caballero. El moderado era Emilio Olabarría, y entre el público se encontraban también el director general de la DGT, Pere Navarro, representantes del sector del taxi y el delegado de Seguridad y Movilidad de la capital, Pedro Calvo, entre otros.

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