Garrido apunta a un "juego de intereses" en la votación de ayer de Caja Madrid y critica que grupos minoritarios decidan

Actualizado: martes, 11 noviembre 2008 15:15

MADRID, 11 Nov. (EUROPA PRESS) -

El concejal de Villa de Vallecas y vocal en la asamblea general de Caja Madrid, Ángel Garrido, apuntó a un "juego de intereses" en la votación que ayer se produjo en el órgano supremo de gobierno de la entidad a cuenta de la renovación de las entidades representativas, y criticó que al final sean "grupos minoritarios" los que decidan el futuro de la cúpula directiva del banco.

Garrido, que ayer fue uno de los vocales más críticos con la decisión del entorno 'gallardonista' de votar a favor de la propuesta del presidente de la Caja, Miguel Blesa, para la renovación de las entidades representativas, afirmó hoy que lo que "hubo fue un juego de intereses que superan lo razonable".

"El PSOE se abstuvo en masa y el PP votó en contra, y creo que había habido unos acuerdos previos entre diferentes sectores que no dejan de ser minoritarios dentro de la sociedad madrileña y que, sin embargo, logran que un acuerdo salga adelante", explicó el edil, tachando este comportamiento de "incongruente" y apostando por que se produzca un "cambio dentro de la Caja" ya que "no parece razonable que un grupo de minorías al final puedan decidir en contra de una opinión de la mayoría social de la Comunidad de Madrid".

Y es que ése es el argumento del sector más cercano a la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, que pretende tener mayor peso en las decisiones de Caja Madrid y que, junto con el PSOE, estudia cambiar la Ley regional de Cajas para que la Asamblea de Madrid esté más representada.

"El partido defendió una tesis que era más que razonable: que las decisiones que se tomen dentro de la Caja, independientemente del propio Consejo de Administración, deben estar de acuerdo con una mayoría social que existe en la región. Yo creo que eso no es pedir mucho, sino que es pedir exactamente lo razonable. En mi opinión y en la de muchas personas del PP, esa mayoría social no se ve representada en la elección de entidades representativas realizada ayer, y lo expusimos con claridad. Hubo alguna voz discordante, pero la voz de la inmensa mayoría de las personas del PP y que creo que de la ciudadanía está en la línea de que se respeten esas mayorías", explicó Garrido.

RESPETAR LA DISCIPLINA DE PARTIDO

Sin embargo, la disciplina de voto fue rota por algunos de los vocales 'populares' en la asamblea general de la entidad, ya que finalmente la renovación se resolvió con 89 votos en contra, las 60 abstenciones de los socialistas y de UGT, y los 149 votos a favor de la renovación defendida por el presidente.

Garrido criticó esta actitud, ya que es "el PP de Madrid quien tenía que tomar las decisiones sobre este asunto". A su parecer, la Dirección del partido "expuso claramente cuál era su postura", por lo que "quien votara fuera de esa postura es quien tiene que explicarlo". "Yo no, yo me atengo a la disciplina de partido, creo que es lo razonable dentro de la política. Siempre lo he hecho, siempre lo haré, y quien no lo haga es quien tiene que dar las explicaciones", insistió.

No obstante, Garrido no aprovechó hoy la ocasión de comentar sus críticas con el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, esta mañana, cuando ambos coincidieron en la entrega de llaves de unos pisos protegidos en el distrito de Villa de Vallecas. "Hoy no era el día de eso, si tengo que hablar de eso lo haré, lógicamente, en privado, pero hoy no era el día", justificó.

En cualquier caso, criticó que los vocales más cercanos al primer edil rompieran la disciplina de partido con su voto, ya que "las discrepancias están bien en los foros donde se debe discrepar, que es en los órganos internos del partido". "Exponer discrepancias que previamente no han sido expuestas en los órganos del partido en una entidad publica donde los medios de comunicación y los ciudadanos lo van a oír no me parece bien. Creo que las cosas se dicen dentro y hay cosas que dijeron algunas personas allí que no habían dicho antes en los órganos del partido", opinó.

De hecho, según informa El Mundo, Garrido reprochó ayer al vicealcalde de la capital, Manuel Cobo, que siendo él un concejal del Ayuntamiento de Madrid no hubiera sido informado de las intenciones de la cúpula municipal de votar a favor de la propuesta de Blesa.

Por último, el concejal madrileño recordó que Caja Madrid "no es sólo un banco, sino que tiene una actividad social que, de alguna manera, condiciona las decisiones que se deben tomar y la forma en que se toman". "Así que nada es más razonable que el que los ciudadanos de Madrid se sientan perfectamente representados y no a través de un juego de minorías", insistió una última vez.