Diversas teorías apuntan a la competencia de las palomas, al aumento de limpieza de las calles o a los nuevos edificios
MADRID, 28 Feb. (EUROPA PRESS) -
La población de gorriones está disminuyendo en los últimos tiempos en la región a un ritmo de 14.000 ejemplares menos cada año, un fenómeno extensible a los grandes núcleos metropolitanos españoles y europeos, según se desprende de un estudio de la Sociedad Española de Ornitología (SEO/Birlife).
En la Comunidad viven actualmente 1,4 millones de gorriones, de los 20 millones de parejas que viven en España, pero desde los últimos años su población está decreciendo a un ritmo del 1 por ciento. El problema es importante en toda Europa, ya que en Londres y Praga prácticamente se han extinguido y han desaparecido muchos en Dublín, Berlín y Edimburgo.
El coordinador del área de estudio y seguimiento de aves de SEO/Birdlife, Juan Carlos del Moral, manifestó a Europa Press que en estos lugares aún no se conocen las causas de esta repentina desaparición y, por tanto, no se pueden dar respuestas a la problemática. Incluso en Londres están dedicando ayudas y fondos para financiar tesis doctorales para investigarlo.
No obstante, aunque las causas se desconozcan por el momento, hay diversas teorías. La más importante es la que culpa a la excesiva limpieza de calles y jardines en las ciudades españolas, que dejan sin alimento a los gorriones. Otra achaca su descenso a la fuerte 'competencia desleal' con las palomas, que se han convertido en el ave más importante de las grandes urbes.
Otra hipótesis que se maneja es la escasez de insectos, responsable de la baja supervivencia de pollos, que se verían privados de un recurso trófico vital en su primera etapa de vida. La disminución de zonas verdes propicias para los insectos, con el fin de construir aparcamientos y otras obras, es uno de los factores que han podido desencadenar este proceso.
Asimismo, otros expertos aluden a las nuevas edificaciones, planas y rectangulares, que dejan sin oquedades ni recovecos donde anidan estos animales. En la capital lo hacen en los huecos de árboles y viejos edificios o en el Retiro.
En las áreas rurales de la región y del resto de España también están disminuyendo, pero a menor ritmo. Una de las causas sería la despoblación de los pueblos, el abandono de las tierras de cultivo y el continuo uso de los productos químicos.
