MADRID 19 Jun. (EUROPA PRESS) -
Los tres Grupos parlamentarios en la Asamblea de Madrid (PP, PSOE e IU) pidieron hoy la dimisión del presidente de Metro de Madrid, Manuel Melis, que no acudió hoy a la comisión de Transportes de la Asamblea de Madrid en la que tenía que comparecer esta mañana para explicar las razones del descarrilamiento del tren que el pasado 12 de mayo tuvo lugar en la línea 6 a la altura de Moncloa.
A petición del Grupo Parlamentario Socialista, Melis tenía que haber acudido para analizar la situación después de que él mismo estuviera en el lugar de los hechos investigando lo ocurrido, y sin embargo, se limitó a mandar una carta hace unos días al portavoz del PSOE en esta comisión, Modesto Nolla, para pedirle que retirara su comparecencia.
En dicha misiva, con un tono "jocoso", el presidente de Metro le adjunta unos libros de ingeniería con ejercicios técnicos y tras darle una explicación de lo ocurrido le dice que haga los problemas para posteriormente, quedar con el "en una comida" y decidir cuáles fueron las causas del descarrilamiento.
Ante unos diputados indignados, pues según dijeron los mismos miembros de la comisión, es la primera vez que un presidente de una empresa pública deja de asistir a una comisión para comparecer, Nolla continuó leyendo la carta donde sólo se refería a lo acontecido con aspectos muy técnicos, incomprensibles para la mayoría de los asistentes.
Según explicó Nolla, el presidente de Metro dice que no "tiene sentido" que se le haga ir a una persona a la que le quitaron los poderes y la responsabilidad de Metro en 2004, y recordó que es responsabilidad desde entonces de los diferentes consejeros de Transportes que han pasado por el departamento. Es decir, que a su juicio, son ellos los que tienen que dar explicaciones al respecto.
Nolla exigió de nuevo la comparecencia y pidió respeto a la Cámara de Madrid. "Es presidente de una empresa pública de la Comunidad de Madrid y este deprecio debe sancionado inmediatamente", destacó.
Por su parte, el portavoz de IU en la Comisión de Transportes, Fausto Fernández, indicó que se trata de un "caso inaudito" y que el presidente de Metro tomó esta decisión con "premeditación y casi alevosía". "No viene porque no quiere venir y lo tiene pensado desde hace tiempo", añadió, al tiempo que recordó que se trata de un tema "serio" en el que la oposición no ha querido entrar a opinar al respecto hasta que no hubiese información completa.
Por ello, indicó que esta situación requiere "una contestación muy contundente" por parte de la Asamblea de Madrid y exigió la responsabilidad "en el máximo grado que recoge el Reglamento" ante casos de este tipo. Además, indicó que la no comparecencia de Melis tiene también un "claro posicionamiento político" por parte del alto cargo.
"Si no está de acuerdo en ser presidente, nadie le obliga, le tienen ahí de adorno, esperando las ordenes de quien parece que tiene la capacidad real de decidir sobre esta actuación", criticó Fernández, a la vez que solicitó que se repita la comparecencia.
En la misma dirección, se pronunció el portavoz del PP, Pablo Morillo, que calificó la actuación del presidente de la entidad de "bochornosa, inaceptable e impresentable" y abogó por realizar una queja formal ante la Consejería de Transportes y el Ayuntamiento de Madrid para que estudien el caso y sustituyan a este presidente.
"Creo que debería dejar el cargo de forma inmediata", aseveró Morillo, quien indicó, además, que se debería proponer la sustitución del presidente, ofreciendo a la Consejería a una persona para que la "Comunidad lo pudiera aceptar y quedar así sustituido".
CON GANAS DE IRSE
Fuentes cercanas a Melis explicaron a Europa Press que el presidente tiene ganas de dejar su puesto y ha presentado su dimisión desde hace varios años, pero que son los representantes del Ayuntamiento de Madrid en el Consejo de Administración los que no le permiten dejar su cargo, por el que no cobra ninguna retribución.
Melis comenzó en la compañía como vicepresidente en 1995, encargado de los trabajos de ingeniería, y de los proyectos de ampliación de la red. En 2004 perdió todos sus funciones ejecutivas, y desde entonces tiene un papel meramente representativo.
En la compañía tienen ganas de cambiar el organigrama y dotar a la empresa de una estructura más sólida donde el máximo representante tenga un papel más crucial. Mientras el Consejo de Administración siga sin aceptar la dimisión de Melis, todo está paralizado.