Señala que los datos de seguridad ciudadana en España "no amparan la necesidad de penas tan severas"
MADRID, 8 Feb. (EUROPA PRESS) -
El director del Instituto Universitario de Investigación en Ciencias Policiales de la Universidad de Alcalá de Henares y profesor de Derecho Penal, Enrique Sanz, considera que la prisión permanente revisable es "una mala solución de política criminal".
Sanz afirma que esta herramienta es "innecesaria y excesiva" y alberga "serias dudas acerca de su constitucionalidad". De hecho, apunta que "su escasa fiabilidad" hizo que desapareciera del Código Penal, por ineficaz, hace más de un siglo.
El profesor la cuestiona por alejarse de los fines de reinserción asignados constitucionalmente a la pena privativa de la libertad y por causar "daños innecesarios en la persona del penado". "Es cualitativa y cuantitativamente una mala solución de política criminal", sostiene.
Asimismo, el experto afirma que España es de los países más seguros del mundo, con escasa incidencia de delitos muy graves, por lo que "esa realidad no ampara la necesidad de penas tan severas, incapacitantes y segregativas, que dificultan poner en marcha instrumentos motivacionales y de resocialización".
Añade al respecto que la prisión permanente revisable no es la solución contra un tipo de delincuencia grave "muy escasa", ni contra la reincidencia, sino que es tan solo un "parche temporal".
"Incluso aplicando esa pena, el penado pudiera cometer delitos, o lo que es incluso más absurdo, tampoco disuade de cometerlos: esta pena surgió para luchar contra el terrorismo actual, el yihadista, pero no parece que disuada mucho a personas a las que no les importa incluso inmolarse para conseguir su acción criminal", critica Sanz.
En referencia a los fallos que se producen en el sistema, el experto de la UAH considera que "el éxito total no existe en las organizaciones humanas, porque el comportamiento humano no se puede predecir con total seguridad, aunque sí se puede intentar modificar en cierta medida".
En este sentido el profesor señala que una sola actuación o decisión que sale mal, ofrece un titular y primeras planas. "Pero la noticia es la excepción; el éxito de la ejecución penal y penitenciaria es un éxito diario, con más de 60.000 personas presas. Sería comparable a la seguridad de viajar en avión", asegura.
Por último, recuerda que en el caso de España la Ley de Cumplimiento Íntegro de las penas, de 2003, ya es una norma "muy dura". "Esta es, tan solo, una vuelta de tuerca más y un alejamiento más, si cabe, del principio resocializador que propugna nuestra Constitución", concluye.
