Una inyección municipal de 12 millones actualizará las ayudas para menores y familias en riesgo social

Actualizado: jueves, 15 abril 2010 15:56

MADRID, 15 Abr. (EUROPA PRESS) -

La Junta de Gobierno aprobó hoy por un valor superior a los 12 millones de euros el contrato de gestión de servicios públicos de educación social, con el que se ayuda a familias con dificultades para atender a sus hijos y a menores en riesgo social, informó el alcalde Madrid, Alberto Ruiz-Gallardón, tras presidir la reunión semanal.

La duración del contrato se prolongará desde el próximo 1 de junio de 2010 hasta el 31 de mayo de 2013. Los educadores sociales trabajan en el domicilio familiar, en las zonas de calle dónde se reúnen los menores y en los locales comunitarios donde se programan actividades grupales, como centros de servicios sociales o centros culturales.

El servicio de educación social, que lleva en funcionamiento desde 1985, tiene como objetivos garantizar que las familias ofrezcan a sus hijos el cuidado y la atención necesaria, y trabajar con los menores directamente para que desarrollen habilidades sociales en sus relaciones diarias con el entorno familiar, escolar y en la calle buscando que aprendan a tomar decisiones responsables con actitudes de respeto y tolerancia.

Actualmente, el Ayuntamiento cuenta con 107 educadores sociales, quienes atendieron el pasado año a 9.526 niños y adolescentes, a 1.134 jóvenes y a 1.517 familias. En 2009 también se produjeron colaboraciones con 81 centros educativos en los que los educadores sociales llevaron a cabo intervenciones individuales con 352 menores.

Desde este servicio cuyo contrato fue hoy renovado, los educadores sociales ofrecen una orientación global a las familias con dificultades y poca formación en cuanto a las necesidades de alimentación de los menores. Así se les enseña hábitos de alimentación equilibrada, se les orienta en las tareas de compra y en la elaboración y conservación de alimentos.

El escolar es un ámbito de atención prioritaria trabajando con los padres en la selección del colegio más adaptado al niño y en el seguimiento de un posible absentismo o fracaso escolar. Se les orienta para que el niño acuda a la escuela en condiciones adecuadas: correcta alimentación, descanso nocturno suficiente, material escolar necesario y tareas escolares realizadas.

Con el menor se trabaja para que adopte una actitud positiva hacia el colegio con la idea de potenciar su integración con el resto de compañeros. En el ámbito familiar, los educadores sociales favorecerán que los padres mejoren sus habilidades sociales y de comunicación, además de adoptar actitudes no violentas para resolver los conflictos familiares, previniendo, de esta forma, el maltrato infantil.