Jordán dice que las facturas se dividían siguiendo directrices de "técnicos" de la Comunidad de Madrid

Actualizado: viernes, 3 junio 2022 14:44

MADRID, 7 Abr. (EUROPA PRESS) -

El primer trabajo de la imputada Isabel Jordán para Easy Concept --la empresa de eventos y publicidad que en Madrid se encargó de la mayor parte de los encargos de trabajo y de la que era administradora-- fue el homenaje a los voluntarios del 11 de marzo celebrado en 2004, un acto que costó 141.000 euros pero, como en otras ocasiones, la factura fue dividida en importes que no superaban los 12.000 euros para ser considerados contratos menores, una decisión adoptada siguiendo las directrices de los "técnicos" de la Comunidad de Madrid.

Y es que Jordán insistió ante el juez que la división de las facturas era idea, según Jordán, de los "técnicos de la Comunidad de Madrid". "Si llegabas con una factura de 140.000 euros te decían que no se podía pagar, entonces había que ponerlo en diferentes facturas", declaró. Ese proceso se repitió en el Premio Internacional de las Artes del año 2005, dividido en tres facturas de Easy Concept, el mismo número y con idéntica empresa en lo referido al ascenso a primera división del Club de Fútbol de Getafe.

Sobre la forma de trabajar con la Comunidad de Madrid por parte de empresas de la trama como Easy Concept, Good & Better, Servimadrid y Diseño Asimétrico, la imputada explicó que ellos trataban con los jefes de gabinete de las consejerías o con Pedro Rodríguez Pendas, de quien dijo que era "una persona de relaciones públicas y protocolo en Sol", sede de la Presidencia de la Comunidad de Madrid.

También se refirió a las relaciones con el ex consejero Alberto López Viejo diciendo que supervisaba todos los eventos en los que estuviera presente la jefa del Gobierno autonómico, Esperanza Aguirre. De hecho, apuntó que era "la persona que estaba por encima de Rodríguez Pendas".

Confirmó asimismo que tuvo contacto profesional con la Consejería de Inmigración y Cooperación en 2006, cuando era viceconsejero Carlos Clemente, para organizar un acto de 'Madrid Rumbo al Sur'. Dijo que él directamente "no dio ningún contrato" sino una persona que se llamaba Rafa Sañudo "que tenía relación con él".

Lo que Jordán sí aseguró ante el juez es que Clemente "tenía relación con Correa". "Incluso discutí una vez con Correa porque me decía que Carlos Clemente era quien nos estaba dando los actos y no era cierto. Los actos de Inmigración nos estaban llegando a través de Rafa Sañudo", manifestó la ex administradora de Easy Concept.

Por otro lado, no se mostró tan firme ante el juez frente a lo que se afirmaba en unas grabaciones hechas por el ex concejal y denunciante del caso, José Luis Peña, en las que mostraba su temor a que pudieran estar dándose adjudicaciones "a dedo" a Ilusiona, la empresa que relaciona con el senador Luis Fraga y "con quien realmente está detrás", Tito Pajares, propietario de la discoteca Gavanna. De Pajares destaca las buenas relaciones que tenía con Alberto López Viejo o con Alejandro Agag, marido de la hija del ex presidente José María Aznar.

AMENAZAS SUFRIDAS

Por otro lado, la administradora de Easy Concept, Isabel Jordán, denunció ante el instructor del caso las presuntas amenazas que sufrió ella por parte del supuesto cerebro de la trama, Francisco Correa, y del abogado Juan Pérez Mora, quien se presentó ante la imputada como si fuera juez. Se produjeron después de que denunciara en la Guardia Civil que en Easy Concept se llevaba a cabo una administración irregular, en la que faltaban libros y facturas.

Las primeras amenazas, como relató, se remontan al año 2007, e incluyeron persecuciones por parte de "unos matones". Uno de los supuestos perseguidores, según narró la afectada, fue capturado y alegó que la seguía "por afición".

Todo ello aderezado por las distintas conversaciones mantenidas con el propio Correra y con el supuesto juez. Este último le advirtió "en tono amenazante" que podría acabar en la cárcel si no mantenía una actitud discreta mientras que el supuesto cabecilla de la trama le recordó, por medio de otros interlocutores, que había "muchos administradores únicos en Alcalá Meco". Fueron tres las denuncias que interpuso, la última por la desaparición de su ordenador de sobremesa.

Las amenazas se produjeron después de que dos subordinadas de Jordán reconociesen en 2007 ante un notario que la imputada se había guardado en el bolso parte de unos cheques cobrados a nombre de la empresa sin aportar, "con distintas excusas", los resguardos con los que se certifica la entrega del dinero.

En una ocasión una de las empleadas acompañó a Jordán a una entidad bancaria con unos cheques para retirar fondos de la cuenta de Servimadrid. Allí le sorprendió la cantidad "anormalmente elevada" que pretendía retirar, hasta 170.000 euros, ya que junto con el pago a los proveedores, la cuenta de la sociedad "quedaría prácticamente a cero".

A eso sumó que días después, Jordán sacó de la caja de la empresa la cantidad de 91.000 euros, que "se guardó en su bolso". La trabajadora planteó ante el notario que la ex administradora pudo entregar el dinero al novio de su hermana, J. M. I. Días después, Jordán pidió a sus empleados que prepararan otro cheque por valor de 115.000 euros. Así lo hicieron y, siguiendo sus instrucciones, introdujeron un sobre con dicha cantidad en su bolso. De nuevo, se lo entregó a la pareja de su hermana.

Mención aparte merecieron los trajes que Isabel Jordán reconoció haber pagado con tarjeta de empresa al ex alcalde de Boadilla, Arturo González Panero, por un importe de 2.478 euros. Fueron, en sus palabras, regalos de Navidad. Dijo que la intención no fue en ningún momento obtener beneficios con las prebendas.

Jordán conoció a Correa a través del ex alcalde Jesús Sepúlveda, también imputado en la trama. La idea era que empezara a trabajar con él como gestora de la cuenta del PP. Sus subordinados no vieron con buenos ojos su gestión, tal y como se deduce en el sumario del Gürtel.