MADRID 11 Sep. (EUROPA PRESS) -
El consejero de Transportes e Infraestructuras, Manuel Lamela, atribuyó hoy a la "presión sindical" que el acuerdo sobre las Cercanías de Madrid sólo prevea, finalmente, la participación de la comunidad autónoma en la gestión, y no el traspaso directo, opción esta última que el Ejecutivo regional seguirá demandando reivindicando.
"Creo que es una noticia negativa para Madrid y los madrileños que el Gobierno esté dispuesto sólo a transferir estas competencias a Cataluña", argumentó el consejero, sorprendido por la decisión. "Hace 48 horas estábamos muy esperanzados, habíamos visto que el señor Rodríguez Zapatero parecía que estaba decidido a transferir las Cercanías a todas las comunidades autónomas que lo solicitaran", explicó.
Sin embargo, tras la reunión mantenida ayer entre Zapatero y la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, la supuesta cesión de competencias pasó a ser una mera participación en la gestión del servicio de trenes, cambio que, en opinión del consejero de Infraestructuras, "estuvo motivado por la presión sindical de ayer a última hora".
"Las presiones sindicales y la reunión coinciden, y 48 horas antes el presidente del Gobierno había dicho que las transferencias se iban a producir", argumentó Lamela, que no supo decir si este cambio de opinión respondía "a una decisión del Gobierno o si es simplemente un cambio sobre la marcha a la vista de las declaraciones de los sindicatos, que amenazaron ayer con huelgas y paros en los próximos días en contra de la transferencia".
En cualquier caso, "si es una cesión que el presidente del Gobierno hace a los sindicatos en contra de Madrid creo que es aún más grave, porque es una discriminación clara, manifiesta y flagrante en detrimento de Madrid y de un servicio de transporte tan importante como son los Cercanías".
"Evidentemente hay que hablar y negociar con los sindicatos, pero un Gobierno no puede estar limitado o coaccionado por ellos en algo tan importante como esto", reprochó además el consejero.
SEGUIRÁN REIVINDICANDO EL TRASPASO
En cualquier caso, el equipo de Aguirre no cejará en su empeño de obtener esta cesión, por lo que pedirá a la ministra de Fomento, Magdalena Álvarez, fijar un "escenario futuro próximo de transferencia real". "Ahora hay que cerrar un convenio con el Ministerio de Fomento y, en ese momento, se planteará de nuevo un escenario de futuro próximo de transferencia real de esas competencias", aseguró Lamela.
"No estamos pidiendo la transferencia de las infraestructuras, que sabemos que tienen que quedar en el Estado, pero sí pedimos la autoridad para hacer un transporte público, coordinado, de calidad, con las inversiones necesarias y con mejoras que hacen falta", puntualizó el consejero.
El Gobierno de Aguirre está especialmente molesto con que esta misma petición sí vaya a ser concedida a Cataluña argumentando que su nuevo Estatuto de Autonomía recoge el traspaso.
"Parece ser, después de la entrevista con esperanza Aguirre, que (Zapatero) sólo está dispuesto a transferir los Cercanías a Cataluña, lo cual supone claramente un nuevo agravio y una nueva discriminación hacia Madrid, hacia los madrileños y hacia el gobierno legítimo de la comunidad de Madrid, que es el de Esperanza Aguirre", criticó Lamela, asegurando que seguirán "reivindicando que Madrid no puede ser, ni en esto ni en nada, de peor condición que otras comunidades autónomas".
Además, el Ejecutivo autonómico aludió a que "el Estatuto de Madrid contempla la competencia exclusiva del Gobierno de Madrid en los trenes que discurren por la región, por lo que el argumento fácil de que Cataluña sí puede tener los Cercanías porque modificó su Estatuto y hay que esperar a que Madrid haga lo mismo es falso", rechazó el consejero.
"Madrid ha tenido competencias porque las ha tenido siempre, igual que las tiene Cataluña con o sin modificación estatutaria. Por tanto, ése es un nuevo argumento que sólo pretende confundir a la opinión pública y engañar al ciudadano", dijo Lamela, argumentando que "la ley del embudo, lo ancho para unos y lo estrecho para otros, no funciona aquí". "Si se puede transferir a Cataluña se puede hacer lo mismo con el resto de comunidades autónomas", apostilló.
Por ello, aseguró Lamela, "lo que no va a consentir este gobierno ni ningún otro que defienda los intereses de los madrileños sea del signo que sea, es que se acepte que para Cataluña vale una cosa y para Madrid vale otra". "Por tanto, creo que hoy no es una buena noticia, vamos a trabajar por que esto cambie, porque esta participación inicial se transforme en una cesión", concluyó el consejero.