Lamenta que el Papa fuera a Brasil con el discurso preparado sobre la moral sexual, el divorcio y el ataque convencional a la modernidad
MADRID, 1 Jun. (EUROPA PRESS) -
El teólogo brasileño Leonardo Boff aseguró hoy que el cardenal arzobispo de Madrid, Antonio María Rouco Varela, "se niega a cumplir con su deber de defender a los pobres cerrando la parroquia San Carlos Borromeo" del madrileño barrio de Entrevías.
Durante una comida con la Asociación de Periodistas de Información Religiosa (APIR), Boff, uno de los fundadores de la Teología de la Liberación, afirmó que una iglesia que "no está con los más desfavorecidos y que no crea condiciones más justas traiciona la idea de Jesús y queda a kilómetros luz del Evangelio".
Asimismo, aseveró que en la Iglesia "hay pastores --refiriéndose a los obispos-- que utilizan el bastón no contra el lobo sino contra las ovejas", por ello, consideró necesario "lamentar y denunciar" el "cierre" de esta parroquia.
Por otra parte, animó a los feligreses, que ahora deberán acudir a otros templos de la zona, a mantenerse unidos y buscar otros espacios "para vivir la fraternidad y el servicio a los pobres". También defendió, el valor de "la creatividad" en las celebraciones litúrgicas, al recordar que los cristianos celebran en ellas "la vida y la fe y no sólo un rito".
El decreto publicado en el Boletín Oficial de las Diócesis de la Provincia Eclesiástica de Madrid plantea el cierre de este templo debido a una rectificación de los límites parroquiales "para una más adecuada atención de los feligreses", que quedan incorporados ahora a las parroquias de San Francisco de Paula y de Santa Eulalia de Mérida.
Así las cosas, el edificio donde funciona actualmente la parroquia será cedido a Cáritas Madrid, según precisó en su momento el azobispado, "para continuar con el servicio en el ámbito de la marginación social", que cumplía esta parroquia.
"FRUSTRADOS" CON LA VISITA DEL PAPA.
Boff también se refirió al último viaje del Papa Benedicto XVI a Brasil para inaugurar la V Conferencia General del Episcopado Latinoamericano y del Caribe (CELAM) que tuvo lugar hasta ayer en la ciudad de Aparecida.
Al respecto, señaló que los prelados de la región "esperaban una palabra fuerte sobre la situación social" pero que el Pontífice sólo tuvo "silencios significativos", no sólo sobre esta cuestión, sino también sobre "la Teología de la Liberación, las comunidades de bases y la opción por los pobres".
"Vino con el discurso preparado sobre la moral sexual, el divorcio y el ataque convencional a la modernidad", apuntó el teólogo, quien también reprochó al Papa "la falta de autocrítica" sobre la fuga de fieles a las iglesias pentecostales y la falta de vocaciones sacerdotales.
También acusó al Pontífice de tener una "visión muy elitista de la Iglesia" y de "no favorecer el diálogo con las otras iglesias, con la modernidad y con los pobres". "Ese diálogo se ha roto y solo quedan las políticas de comando", aseveró.
Por último, lamentó que el Vaticano "siempre haya aceptado la versión de los detractores" de la Teología de la Liberación aunque aseguró que ya se ha dado cuenta de que "ha perdido la batalla" y su "último golpe" ha sido contra el jesuita vasco Jon Sobrino.
