cia" class="NormalTextoNoticia" itemprop="articleBody">
MADRID, 25 Sep. (EUROPA PRESS) -
Un liberado sindical de la Comisaría General de Información de la Policía ha declarado este martes en el juicio contra un antiguo inspector jefe acusado de acoso sexual que los superiores del procesado no cooperaron para solucionar lo que pasaba con las chicas y ha recalcado que "su actuación no fue la correcta", lo que propició que este caso llegara a los tribunales y no se resolviera por vía administrativa.
La Audiencia Provincial de Madrid ha celebrado esta mañana la segunda sesión de la vista oral contra Miguel Ángel S.C., quien se enfrenta a dos años de prisión por dos delitos contra la integridad moral. El fiscal reclama que se le inhabilite durante el mismo tiempo y que indemnice con 6.000 euros a las afectadas, quienes han querido estar en el público durante la sesión.
Uno de los testigos, que ha indicado que es liberado sindical, ha relatado que un subinspector de la Comisaría General de Información le llamó para comentarle que una compañera estaba sufriendo un presunto acoso sexual a manos de su jefe de grupo. Y que ésta había denunciado que alguien le había bloqueado las claves de su acceso, lo que le impedía desarrollar su trabajo.
"Quisimos reunirnos con los jefes de Sección, pero no tuvimos opción. Los superiores no nos facilitaron las cosas. No hubo cooperación", ha aseverado el agente y ha añadido que a posteriori tuvieron conocimiento por otro sindicato que había otro caso similar con otra de las chicas del mismo grupo.
Además, ha señalado que les chocó que entonces no se cambiara al acusado de su puesto, ya que los superiores tenían conocimiento de lo que estaba pasando. Por ello, según ha contado, el sindicato decidió presentar un escrito oficial que dio origen a que el comisario general abriera una información reservada contra el procesado. Tras ello, le cesó por pérdida de confianza.
"Este caso ha llegado a los tribunales porque la actuación de los jefes no fue la correcta. Se intentó resolver por la vía administrativa, pero se cerraron las puertas. No había voluntad de solucionarlo. Ellos sabían lo que estaba pasando y abrieron la información reservada después de que presentáramos un escrito oficial en el que se denunciaban los hechos", ha relatado.
CESADO POR PÉRDIDA DE CONFIANZA
Por su parte, el jefe de la Unidad Central en esa época ha insistido en que preguntó al acusado si realmente estaba mandado mensajes a una de las chicas después de que se lo comentara otro de los superiores, a lo que éste se lo negó. Un día después, el comisario le llamó para decirle que la víctima estaba mostrando los mensajes a algunos de los compañeros, por lo que decidió cesar al procesado de su puesto por pérdida de confianza al mentirle.
Otro de los jefes directos del encausado ha señalado que él solo tuvo conocimiento de que había problemas en el ámbito laboral, puesto que había descoordinación entre lo que mandaba el jefe de grupo con lo que éstas hacían. Y ha insistido en que no le sorprendió entonces que los problemas fueran solo con las dos únicas chicas del grupo 3º de la citada Comisaría de Información.
Por otro lado, uno de los compañeros de las chicas ha comparecido para respaldar su versión. En la época de los hechos, David pertenecía a una escala intermedia y tenía contacto tanto con los básicos como con los jefes de la escala ejecutiva.
"Cuando una persona nueva entraba al grupo, el resto de compañeros le enseñaba la dinámica del trabajo. Pero Miguel Ángel pasaba mucho más tiempo con ella que lo normal. Le dedicaba mucho más tiempo que al resto. Incluso la llevaba a reuniones a las que no asistía ningún otro de la escala básica", ha relatado. Y ha añadido que los compañeros se sentían discriminados con ese supuesto trato preferente.
También ha señalado que la primera de las afectadas habló con él en julio en 2007 para trasladarle su preocupación y le mostró los mensajes que el acusado le mandaba cuando estaban de viaje de trabajo. Entonces, éste le comentó que le costaba creer lo que pasaba y le aconsejó que dejara apartado el tema hasta después de vacaciones. Cuando regresó, se encontró con que estaba pasando lo mismo con otra funcionaria.
INSINUACIONES
En la sesión de este lunes, las chicas relataron como el acusado les realiza insinuaciones de tipo sexual, caricias y llamadas frecuentes fuera del trabajo, aprovechándose de su condición de mando policial. "Si me desobedeces, estás muerta en la Policía" o "Tú eres mi niña bonita y no te voy a compartir con los básicos" son algunas de las expresiones que el procesado solía decir a las chicas si éstas se mostraban negativas a sus proposiciones.
En su declaración, el procesado señaló que nunca tuvo "fines deshonestos" con las chicas, sino que trataba de ayudarlas en todo lo que podía. "Jamás me he metido en la vida personal de mis funcionarios. Soy incapaz de aprovecharme de una mujer y, mucho más, si es policía porque tiene un arma y está preparada para ponerme en su sitio", dijo ayer.