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MADRID, 19 Oct. (EUROPA PRESS) -
El portavoz del grupo municipal socialista, Jaime Lissavetzky, ha reiterado su petición formulada en el pleno del Consistorio del pasado mes de febrero a la alcaldesa de Madrid, Ana Botella, de pelear por un estatus especial para la ciudad con una ley de Capitalidad que "blinde" los servicios municipales frente a la "contrarreforma local que el PP ha puesto sobre la mesa".
"En este asunto, como en tantos otros, Ana Botella siempre ha preferido colocarse la insignia del PP en la solapa antes que defender el bastón de mando que le corresponde como alcaldesa", ha considerado Lissavetzky através de un comunicado difundido este sábado.
Para el portavoz socialista, las últimas declaraciones que ha hecho la alcaldesa a favor de que la capital mantenga el Samur y los servicios sociales en virtud de la ley de Capitalidad "parecen haberla sacado de su habitual aislamiento en el palacio de Cibeles".
"Si es así, le damos la bienvenida a la realidad. Sin embargo, cabe recordarle que vivir en el mundo real tiene sus consecuencias y no basta con lanzar mensajes al aire. Por eso, insisto: señora Botella, pelee por Madrid, por favor", ha apuntado.
Asimismo, ha opinado que el desarrollo de la ley de Capitalidad no debería servir únicamente para enmendar la reforma local, sino para que ésta se constituya como "la herramienta que proteja y garantice los servicios públicos a todos los madrileños, al tiempo que garantiza su financiación".
A este respecto, ha señalado que "es preciso desarrollar la ley de Capitalidad de una forma justa y razonable que permita a la ciudad disponer de capacidades para proyectar su futuro".
Además, el portavoz socialista considera urgente abordar este asunto, "máxime cuando el PP ha iniciado una contrarreforma local" que supone "un gravísimo retroceso democrático" y "un ataque al municipalismo".
"Cada vez hay mayor intrusismo en las políticas locales, aquellas que deben ser más cercanas al ciudadano. Un ejemplo evidente es el recargo al IBI que ha impuesto Rajoy durante dos años más: 2014 y 2015", ha argumentado.
Al mismo tiempo, ha advertido de que las consecuencias de la reforma se traducirán en "recortes, recortes y más recortes de los servicios sociales".