MADRID, 29 Abr. (EUROPA PRESS) -
El portavoz municipal del PSOE en Madrid, David Lucas, acusó hoy a la presidenta regional, Esperanza Aguirre, de "fraude electoral" por pretender liberalizar los horarios comerciales con su Ley de Modernización del Comercio a pesar de que esta iniciativa no constaba en el programa electoral con el que se presentó a las últimas elecciones autonómicas, el pasado mes de mayo.
En una rueda de prensa en la que estuvo acompañado por la concejala Isabel Vilallonga y por representantes de diversas asociaciones vecinales, de comerciantes y por los sindicatos UGT y CC.OO., Lucas consideró que "se está produciendo un fraude electoral en el Ayuntamiento y en la Comunidad, porque el PP está intentando implantar e imponer algo a lo que no se comprometió en su programa electoral".
"El Ayuntamiento y el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, no pueden ser ajenos a esto, porque esta Ley puede acabar con el pequeño y mediano comercio", indicó Lucas, quien no entiende "por qué la Comunidad no ha consultado siquiera con la capital, que tiene más del 52 por ciento de los establecimientos de este tipo que hay en la región".
Y es que la Ley que propone la Comunidad, que daría a los comerciantes la posibilidad de elegir el horario de apertura y cierre de sus comercios de lunes a sábado y los domingos y festivos estipulados, podría poner en peligro los 45.960 pequeños y medianos comercios de la región que dan trabajo a 239.821, según datos socialistas de 2006.
La mayoría de estos trabajadores (63 por ciento), además, corresponden a empleo femenino, que tendrán aún más difícil la conciliación de la vida familiar y laboral en un sector que entre 2000 y 2006 ya vio reducidos sus contratos de 150.293 a 96.548 sólo en la capital. Es más "ni siquiera hay trasvase a las grandes superficies", apostilló Vilallonga.
CREAR CIUDAD
La medida liberalizadora atentaría directamente contra la función de "crear ciudad" que se otorga al comercio de proximidad, y que el propio alcalde dice defender con sus proyectos de renovación de los mercados municipales.
"Los pequeños y medianos comercios crean ciudad, son esenciales para vertebrar la sociedad y generan espacios de convivencia. Sin ellos, tendremos desiertos urbanos donde campará la inseguridad", continuó Lucas, mencionando el caso de los nuevos PAUs, donde "ya hay protestas vecinales exigiendo más comercios de proximidad".
Es más, según el PSOE, "los estudios realizados por las organizaciones de consumidores y usuarios concluyen que los precios más elevados de la cesta de la compra se encuentran en las superficies comerciales ubicadas en los nuevos barrios de Madrid, porque reducen la competitividad". "No queremos un modelo de ciudad basado en barrios-dormitorio", criticó Vilallonga.
De hecho, las asociaciones de consumidores como FACUA o CECU, presentes en el acto, recordaron que "nadie ha reclamado esta medida". "En Madrid ya tenemos horarios más flexibles que en el resto de comunidades autónomas y que en el resto de capitales europeas", puntualizó el edil socialista.
Según los datos del Grupo Municipal, "las ayudas al sector desde las administraciones local y regional son inferiores que en otras comunidades, porque la política realizada por el PP en estos últimos años ha primado al sector de la construcción en detrimento de la industria y el comercio". En concreto, el PSOE asegura que la Comunidad aporta sólo 5 céntimos de cada 100 euros a ayudas a los comerciantes, mientras el Ayuntamiento cede 12 céntimos.
Por todo ello, el PSOE propondrá en el Pleno de mañana la creación de un grupo de trabajo formado por representantes de los grupos municipales, asociaciones empresariales y de comerciantes, y organizaciones sindicales, con el objetivo de constituir una ponencia específica que proponga alternativas de viabilidad para el pequeño y mediano comercio de la ciudad. Además, se solicitará al Ejecutivo autonómico que "la adopción de cualquier medida relacionada con los horarios comerciales cuente, previamente, con el acuerdo de todas las partes implicadas".
CRÍTICAS DESDE TODOS LOS SECTORES
María José Laudaburu, representante de la Unión de Profesionales y Trabajadores Autónomos (UPTA) recordó que "esta medida choca frontalmente con todo lo que el Gobierno de la Nación ha hecho estos años para fomentar el autoempleo".
Por su parte, Ricardo Latorre, de la Agrupación de Sociedades Laborales de Madrid, criticó que la Comunidad no preste atención a los cauces de participación ciudadana que existen para este tipo de medidas, y que la hayan tomado "unilateralmente". Además, hizo hincapié en que la liberalización de horarios "afectará a toda la sociedad porque cambiará los hábitos familiares".
En la misma línea se pronunciaron Antonio López (CECU) y Francisco Sánchez (FACUA). El primero se preguntó por qué no se liberalizan también los horarios de la Administración pública, habida cuenta de que "ningún usuario ha hecho una reclamación de este tipo en 25 años", y denunció que la medida acabará con la competitividad y reducirá la oferta.
"La libertad de horarios no mejora el derecho a la compra, sino el derecho a la venta", subrayó Sánchez, añadiendo que "los consumidores no quieren más tiempo para comprar sino más capacidad económica".
Francisco Caño, de la FRAVM, indicó que "las políticas liberalizadoras de Esperanza Aguirre ya han acabado con la educación, ahora lo están haciendo con la sanidad y próximamente será el comercio", y Julio Vallejo, de la Federación de Comerciantes del Sur, indicó que "cada día cierran dos comercios" en la zona sur, lo que supone más de 3.000 empleos perdidos al año. "Tenemos que hacer un frente común, porque hay psicosis y miedo entre los pequeños y medianos comerciantes, muchos de los cuales creen que tendrán que cerrar, como mucho, en diciembre", concluyó.
Entre los sindicatos se mueve la misma opinión. Francisco Arenas (UGT) calificó la Ley de "humillante" porque "no creará más empleos sino que alargará las jornadas laborales" y además "atentará contra el ahorro energético".
Antonio Ruda (CC.OO.), por último, alertó de la posibilidad del "efecto frontera" que se creará en las comunidades limítrofes con Madrid, donde las posibilidades de apertura en festivos son mucho más reducidas. "Insto al alcalde a ser valiente y a plantear el diálogo con todos los implicados", finalizó.