Madrid y Rivas modifican sus lindes estableciendo la M-50 como nuevo límite territorial

"Antes nos separaba la Cañada Real y ahora nos une la M-50", resume Pedro del Cura

Ángel Garrido y Manuela Carmena Cañada Real
COMUNIDAD DE MADRID - Archivo
Europa Press Madrid
Actualizado: miércoles, 30 enero 2019 16:17

MADRID, 30 Ene. (EUROPA PRESS) -

La alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, y el regidor de Rivas, Pedro del Cura, han firmado este martes el convenio por el que ambos municipios modifican sus lindes estableciendo la M-50 como nuevo límite territorial. Con esta modificación se reordena la Cañada Real Galiana.

   "Antes nos separaba la Cañada Real y ahora nos une la M-50", ha resumido Pedro del Cura, acompañado en la mesa por el delegado de Coordinación Territorial y Cooperación Público-Social, Nacho Murgui, y el de Desarrollo Urbano Sostenible, José Manuel Calvo. El protocolo firmado da cumplimiento al Pacto Regional de la Cañada, firmado en mayo de 2017 por Delegación de Gobierno, Comunidad y los ayuntamientos de Madrid, Rivas y Coslada.

   Se verán afectados los sectores 3, 4 y 5 de la Cañada convirtiéndose la M-50 en el nuevo eje de separación entre Rivas y Madrid, "verdadera frontera geográfica entre ambos municipios. Los dos ayuntamientos se han comprometido a poner en marcha una oficina de estudios para coordinar las acciones a realizar en las materias que forman parte del protocolo.

   Manuela Carmena ha explicado que Madrid se ha reunido con municipios fronterizos para afinar y delimitar las demarcaciones territoriales siendo la trascendente la de Rivas porque "es una zona de responsabilidades y proyectos por parte de ambos ayuntamientos, la Cañada".

   Pedro del Cura ha calificado de "hecho histórico" la firma porque Rivas "no siempre ha sido bien tratado por el Ayuntamiento de Madrid". "A finales de los años 60, con Carlos Arias Navarro como alcalde de Madrid, se decidió enviar a la Guardia Civil para obligarles al alcalde y los concejales de Rivas a que la ciudad de Madrid tirase toda su basura durante once años, más de 8 millones de toneladas, en el pueblo de Rivas", algo que no se solucionó hasta la llegada de Enrique Tierno Galván vía acuerdo, que acabó con la puesta en marcha del vertedero de Valdemingómez.

   En 1991, con Esperanza Aguirre como concejala de Medio Ambiente, se construyó la incineradora de Valdemingómez decidiendo que "el modelo de la exclusión social, que era la Cañada Real, en la zona sureste de Madrid", iba a asentarse. "Ha tenido que llegar Manuela Carmena para poder firmar este acuerdo, que no sólo es cambiar las lindes sino cumplir el compromiso de que la Cañada Real pueda ser, en lugar de un espacio de marginación, otro donde se puede dar derechos a la gente, con vivienda digna", ha argumentado.

   La firma hace que el sureste "no se vea como vecinos de segunda", ha rematado el alcalde ripense. Calvo, por su parte, ha detallado que lo que se hace es "casi una permuta, un acuerdo de reequilibrio del contorno urbano en suelos que hoy pertenecen a la ciudad de Madrid pero que en realidad forman parte de Rivas desde el punto de vista urbano, de servicios y convivencia". Esto permite que tanto Madrid como Rivas, en sus ámbitos de competencia, puedan ejecutarlas con mayor facilidad, ha añadido.

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