Los madrileños realizan sus compras de última hora de cara a la cena de Nochevieja

Actualizado: jueves, 31 diciembre 2009 14:30

MADRID, 31 Dic. (EUROPA PRESS) -

Como cada 31 de diciembre, los mercados se llena de consumidores que esperan a última hora para realizar las compras de la cena de Nochevieja. Carne, pescado, mariscos y por supuesto las uvas de la suerte que no pueden faltar en esta noche tan especial, fueron los protagonistas de la mañana.

En el Mercado Maravillas del barrio madrileño de Tetuán, amas de casa como Carmen González hacían los últimos recados. "Yo soy de las que le gusta comprarlo antes, menos la carne y el pescado que lo compro siempre lo último porque no quiero congelarlo", afirmó. Carmen aseguró que en el mercado estos géneros son mejores: "compro entrecot para la comida de año nuevo, hoy cenaremos pescado al horno", comentó.

Uno de los carniceros del mercado, Telesforo Holgueras, afirmó que lo que más se vende es cordero lechal, aunque "también chuletas, algo de solomillo y paletilla". El carnicero explicó que el día que más se vende es el día antes de Nochevieja, y aseveró que este año los clientes se llevan menos cantidad. "Antes se compraba más que ahora, será por la crisis", añadió.

En la pescadería, José Luis Sebastián también aprecia las consecuencias de la crisis porque "se nota que no hay dinero". El pescadero aseguró que lo que más se vende en este día es "género cocido" como "gambas, langostinos y nécoras", aunque también el pescado "al horno" está presente en el menú de esta noche: "lubina, besugo o rodaballo" son los preferidos por los clientes.

Alfredo Iglesias se acercó al mercado a comprar lo necesario para la cena de Nochevieja "porque hay que comer". Alfredo aseguró que él tampoco espera para comprar en el último momento y que lo necesario ya lo tenía comprado, menos las uvas. "Son más caras, han subido ligeramente", aunque opinó que "es normal porque es invierno" y además "los agricultores están muy mal pagados", recordó.

Una de las fruteras del mercado, Felicidad, vendía las últimas uvas de la suerte, aunque comentó que el día "está muy flojo". En otro puesto de frutas, Saúl Mejía atendía a sus clientes y afirmó que "buscan lo más barato". A pesar de que haya subido el precio de las uvas, Saúl aseguró que "se compran igual", debido a esta tradición española. Parece que nadie quiere quedarse sin sus uvas de la suerte.