Más de 4.000 menores están tutelados por la Comunidad de Madrid, de los que el 43% están en centros de acogida

MADRID, 6 Ago. (EUROPA PRESS) -

La Red de Centros de Protección de la Comunidad de Madrid atiende en la actualidad a 4.030 menores, de los que el 43 por ciento se encuentran en situación de acogimiento residencial y el 57 por ciento reside con su familia extensa (tíos o abuelos) o una familia seleccionada.

Así lo ha señalado la consejera de Políticas Sociales y Familia en funciones, Lola Moreno, que ha visitado este martes la residencia infantil Vallehermoso, donde ha señalado que desde 2015 han atendido a más de 14.000 menores que requieren un trato especializado por carecer de apoyo familiar.

Concretamente, esta residencia dispone de 40 plazas en cuatro hogares diferentes que funcionan de modo independiente y atienden a menores de entre 3 y 17 años que tienen medidas de protección.

La consejera ha explicado que esta residencia está integrada en la Red Pública de Centros de Protección de la Comunidad de Madrid, que cuenta con 91 centros adaptados a las características y necesidades de los menores protegidos.

"Todos los menores asisten a centros escolares de la zona y realizan actividades extraescolares, de ocio y deportivas fuera del centro. Con los más mayores, se desarrollan proyectos de autonomía y se les prepara para su incorporación al mundo laboral", ha asegurado Lola Moreno.

Asimismo, Moreno ha señalado que la mayor parte de los menores tutelados están en el seno de una familia porque "es el mejor lugar donde pueden estar", siguiendo con el principio de interés superior del menor. Además, ha destacado que en esta legislatura han incrementado el presupuesto destinado a ayudas para el acogimiento familiar de estos menores en un 63 por ciento, hasta llegar casi a los seis millones de euros.

ATENCIÓN A MENAS

En cuanto a la atención a menores extranjeros no acompañados (MENAS), ha señalado que son menores que también cuentan con medidas de protección y que, aunque en primer lugar van a un centro de acogida, posteriormente pasan a uno de estas residencias. "Hemos incrementado en esta legislatura más de 200 plazas la atención a los MENAS por la necesidad que hemos tenido", ha apostillado.

Además, ha asegurado que la atención a los MENAS está garantizada por las leyes, la convención de Naciones Unidas y reiteradas sentencias del Tribunal Supremo.

En cuanto a las cifras, ha afirmado que durante 2018 llegaron a haber más de 1.500, por lo que tuvieron que incrementar en 200 el número de plazas disponibles para estos menores, y en estos meses de 2019 son 850 los que han llegado a la región.

"Por parte del Gobierno regional no hacemos más que cumplir con la ley, todos los menores que llegan y no tiene un lugar en el que ser atendido sean españoles o de origen extranjero nuestra obligación es atenderlos", ha apuntado.

RESIDENCIA INFANTIL VALLEHERMOSO

El director de la residencia infantil Vallehermoso, Antonio Guerrero, ha señalado que estos centros son "una alternativa transitoria y de paso" para menores y jóvenes que por cualquier circunstancia no pueden estar con su familia.

"El objetivo de todas las residencias es que los menores que pasen a la familia", ha apuntado, a la vez que ha añadido que las residencias se conforman en grupos distribuidos por edad y por sexo, a partir de las preadolescencia, aunque no cuentan con más de 10 niños por grupo.

Asimismo, ha destacado que se realizan todo tipo de actividades y que la escolarización se produce fuera de la residencia. En verano, los menores pueden disponer de campamentos donde se procura que se relacionen con otros niños que no están tutelados, y también participan en el programa 'Vacaciones en familia', formado por familias voluntarias que se prestan a sacar a algún menor. "Es una experiencia muy buena, salen bastante acogimientos", ha apostillado.

Por último, y en cuanto a las circunstancias que hacen que los menores estén en la residencia, Guerrero ha señalado que las razones son un imposible o inadecuado ejercicio de la patria potestad. "Suelen ser menores de familias con problemas sociales como la falta de empleo, vivienda o recursos económicos, que impiden que el niño este recibiendo una atención adecuada", ha indicado.