MADRID, 10 Oct. (EUROPA PRESS) -
Los médicos del Hospital Puerta de Hierro de Majadahonda están reduciendo de manera progresiva la ventilación mecánica que recibe Jesús Neira después de que el pasado martes comenzase a respirar por sí mismo, según el último parte médico facilitado por la Consejería de Sanidad.
La situación de Neira continúa siendo estable, por lo que permanece ingresado en la Unidad de Cuidados Críticos postquirúrgicos del centro hospitalario, donde se le ha disminuido los niveles de sedación.
En la jornada de ayer, los médicos practicaron al profesor de Teoría del Estado los primeros ejercicios de rehabilitación ante la mejoría que presenta en su respiración. No obstante, sigue precisando la ayuda de un respirador, a pesar de que realiza "breves periodos de respiración espontánea".
El portavoz de la familia Neira, Javier Castro, explicó ayer Europa Press que el docente, de 55 años, respira por sí solo en algunos momentos, pero enseguida se cansa. Desde hace dos días, los facultativos le han bajado la sedación que viene recibiendo desde hace dos meses.
"Ahora, está poco sedado, pero sigue estando dormido por la gran cantidad de analgésicos y relajantes que se le está suministrando", apuntó Castro, quien señaló que la mujer de Neira, Isabel cepeda, ha notado ya alguna reacción en la mirada de su marido.
Castro hizo hincapié en que la mejoría que presenta se encuadra en un cuadro clínico de extrema gravedad, por lo que hay que tener cautela en el proceso de recuperación. Según el portavoz, la evolución favorable del estado de salud de Neira está levantando el ánimo entre sus familiares, si bien se encuentran preocupados por los posibles daños cerebrales que se detecten, una vez que se despierte del coma inducido.
El pasado 2 de agosto, el profesor de la Universidad Camilo José Cela recibió una paliza por salir en defensa de una mujer que estaba siendo maltratada. Su presunto agresor, Antonio Puerta, de 44 años, cumple prisión preventiva desde el pasado 13 de agosto por intento de homicidio, que entraña una pena máxima de 12 años de cárcel.
