MADRID, 18 May. (EUROPA PRESS) -
El mural 'Todo es felicidá', de Jack Babiloni, situado hasta hace unas semanas en el edificio del número 8 de la calle Orellana, no se mantuvo porque se pinto "en una obra gestada en la ilegalidad y sujeta a sus eventualidades, como su desaparición", ha explicado este miércoles la directora general de Edificación, Ana Perpiñá, en la comisión de Desarrollo Urbano Sostenible, en la que ha estado presente el artista.
Perpiñá ha recordado que fue una sentencia judicial de 2011 la que determinaba la demolición de las obras acometidas en el edificio en 2008 en el patio, fachada y parte de la cubierta por no tener la preceptiva licencia de obra.
La cuestión del mural fue trasladada a la Comisión de Patrimonio Histórico, que solicité un informe al área municipal de Cultura sobre el valor pictórico. Perpiñá ha remarcado que el informe destalla que la singularización debe aprobarse por interés público o por una mejora del entorno urbano, nunca por "intereses particulares".
"El informe dice que, desde el punto de vista del paisaje urbano, no hay justificación para mantener las pinturas en una obra gestada en la ilegalidad", ha transmitido. La Comisión de Patrimonio informó favorablemente a la aplicación de dos capas de pintura haciendo desaparecer 'Todo es felicidá'.
La socialista Mar Espinar ha lamentado que el arte urbano no esté contemplado en los canales habituales de patrimonio, como ya pasó con el rechazo por parte de la Comunidad para proteger como Bien de Interés Cultural (BIC) la firma del graffitero Muelle en la calle Montera. La edil ha instado a revisar la legislación vigente.
