MADRID, 6 Jun. (EUROPA PRESS) -
El nuevo mercado de Barceló abrirá sus puertas presumiblemente en el mes de septiembre, fecha en el que se completará el traslado y adecuación de los comerciantes a sus nuevas dependencias, dejando así atrás el equipamiento provisional donde están ubicados en la actualidad.
Así lo ha manifestado a Europa Press el presidente de la Asociación de Comerciantes de Barceló, Israel González, para remarcar que "verbalmente" se ha aportado esa fecha en una reunión reciente con representantes de Comercio del Área de Economía, Hacienda y Administración Pública del Ayuntamiento de Madrid. Fuente municipales también han indicado que la intención es acometer la apertura en septiembre.
González ha detallado que el Ayuntamiento está terminando los trámites de registro de la propiedad y espera que en julio se haga la entrega de llaves a los comerciantes, que tendrán casi dos meses para realizar la mudanza y adecuar los locales a las características de cada comerciante.
Con este traslado, un total de 107 comerciantes se mudarán al nuevo edificio, ha comentado el presidente de esta asociación de comerciantes para remarcar que los mostradores están acondicionados para la actividad de cada establecimiento, pero que requieren adecuación en función "de las necesidades de cada uno".
Aparte, ha recalcado que la intención de los comerciantes es que el mercado pueda abrir el 1 de septiembre, al entender que es la mejor fecha para desarrollar la actividad comercial en el nuevo emplazamiento con la vuelta de las vacaciones.
"Lo ideal sería terminar el 30 de agosto en el antiguo y abrir el 1 de septiembre en el nuevo", ha ahondado González, quien ha detallado no obstante que no hay fecha fijada para la apertura y que ello se conocerá más adelante, según se completen los procesos de traslado.
En este sentido, ha lamentado que una obra que debía haber estado lista en 23 meses haya tardado cerca de 54 meses. El Ayuntamiento recepcionó esta obra el pasado marzo.
Durante una visita del portavoz municipal del PSOE, Jaime Lissavetzky, a la instalación provisional que alberga el mercado, esta asociación de comerciantes había criticado la caída de ventas que sufrían y que llegaba en algunos casos a superar el 50 por ciento.
