Los ocupantes del edificio de Tabacalera se mudan por problemas administrativos

MADRID 6 May. (EUROPA PRESS) -

Los ocupantes temporales del edificio de Tabacalera, situado en la calle Embajadores 53 de Madrid y futura sede del Centro Nacional de Artes Visuales, se han mudado debido a "formalidades administrativas no del todo cubiertas", ya que no contaban con planes de evacuación ni de rampas de discapacidad.

"Seguramente, llevados del entusiasmo y las ganas por hacer de Tabacalera un espacio abierto y generador de autonomía, no habíamos caído en la cuenta", explicaron los responsables del proyecto del centro social autogestionado en un comunicado.

El Ministerio de Cultura, propietario del inmueble, les cedió hace unos meses el edificio para llevar a cabo actividades sociales y vecinales hasta que comenzaran las obras de la nueva institución estatal cinematográfica. Así, su primera iniciativa iba a ser la de un festival feminista esta semana llamado de Lady Fest.

Mientras solventan estas "dichosas formalidades", los ocupantes del recinto señalaron que seguirán abriendo las puertas del edificio de Tabacalera en su 'fase 2?', "una fase de organización interna, en relación con el barrio y los colectivos sociales y artísticos que se siguen sumando al proyecto".

Por último, mostraron su apoyo a Lady Fest, su solidaridad con las personas perjudicadas por este "desafortunado imprevisto" y anunciaron que el festival se muda al Centro Social Casablanca, 'okupado' hace unos días en la calle Santa Isabel. "Ánimo y vamos a defender el proceso de CSA Tabacalera como lo hemos hecho hasta ahora: colectivamente, alegremente, responsablemente", concluyeron.

Por su parte, la Asamblea de Lady Fest señaló en un comunicado que desde hace algo más de un mes han participado y trabajado "muy intensamente" para conseguir que todo estuviera listo el día 1 de mayo, cuando se abrió con la primera actividad en La Tabacalera. Según explicaron, todo funcionó muy bien, se mantuvieron las medidas de seguridad y las delimitaciones de los espacios no cedidos y cerraron a la hora adecuada.

Pero, ante la notificación del cierre, conocida este martes, la Asamblea de este festival manifestó su "rabia, tristeza, indignación y emociones confrontadas". "No tenemos del todo claro con quién debemos enfadarnos y eso nos provoca frustración por haber dejado el festival en manos de negociaciones que se nos escapan de nuestro propio poder de decisión, aunque lo asumimos como la opción decidida por nosotras. La situación nos reaviva las dudas iniciales sobre la autogestión en un espacio 'cedido' con tiempos, procedimientos y personas regidas por una institución estatal y nos provoca un sentimiento de responsabilidad colectiva hacia todo el trabajo realizado", apuntaron.