La OMC propone quitar competencias a las CCAA y "reprogramar" el papel del Ministerio

Actualizado: martes, 9 diciembre 2014 13:38

Cuestiona el cambio del Instituto Carlos III, que hasta hace meses estaba especializado en enfermedades infecciosas

MADRID, 27 Oct. (EUROPA PRESS) -

La Organización Médica Colegial (OMC) ha propuesto revisar las transferencias a las comunidades autónomas y "reprogramar" el papel del Ministerio de Sanidad, ante la situación de alarma social creada tras la infección de Teresa Romero por el virus del ébola mientras desempeñaba su trabajo como auxiliar de enfermería.

Tras la Asamblea General celebrada este fin de semana, si bien la OMC ha reseñado el éxito del proceso de transferencias de responsabilidades asistenciales y sanitarias a las CCAA, ha defendido la necesidad de reprogramar el papel de la autoridad sanitaria central española y la de la Unión Europea, incluso "sacrificando algunas competencias que la experiencia ahora dice que no debieron ser transferidas".

En su opinión, ha sido una "epidemia de miedo", provocada por la desinformación y la falta de comunicación y defiende que ahora toca afrontar y resolver la situación y revisar los errores para no volver a cometerlos.

Aunque cree que puede haber servido para entender mejor el problema y acometer una respuesta con mucha mayor profesionalidad y criterio científico y técnico y, aunque opina que las cosas se pueden hacer mejor, considera que ahora se deben "explorar las mejores respuestas y prever escenarios inmediatos sin alarmas".

Por otra parte, sin entrar a cuestionar si fue buena la decisión de repatriar a los dos misioneros españoles contagiado, destaca que fue una decisión "compleja y política".

Por otro lado, sobre los errores y daños observados en este caso, afirma que "es un grave error subestimar los riesgos y sobrevalorar los protocolos formales de protección", mientras lo que ocurría era falta de formación en el uso de equipos de protección personal y, en consecuencia una disminución del nivel de protección.

En este sentido, cuestiona la supresión de la Dirección General de Salud Pública en la Comunidad de Madrid, el cambio del Instituto Carlos III, la "lentitud" de la aplicación de la Ley General de Salud Pública y la reducción de presupuestos en este ámbito, así como la reducción de programas de cooperación internacional dirigidos a reforzar la salud pública.

Por ello, considera la necesidad de crear un plan para que España disponga a medio plazo, de manera constante, de hospitales específicos y personal sanitario preparado y con formación práctica para las enfermedades tropicales y altamente infecciosas.