Padres de alumnos de un colegio público de Coslada recogen firmas para impedir la implantación de uniformes

Actualizado: jueves, 12 julio 2007 12:01

COSLADA (MADRID), 12 Jul. (EUROPA PRESS) -

Alrededor de 70 padres de alumnos del colegio público Agapito Marazuela de Coslada (Madrid) se niegan a la resolución del centro de implantar el uniforme a partir del próximo curso, para lo que hasta ahora han recogido las firmas de familias y vecinos contrarios a dicha iniciativa.

En declaraciones a Europa Press, Raquel Melero, madre de dos niños de 7 y 10 años, destacó que la notificación de esta decisión fue "una sorpresa muy desagradable", puesto que se ha producido "en periodo vacacional", en forma de carta del Consejo Escolar.

Asimismo, se mostró decepcionada con este tipo de actuación, ya que "la filosofía de este colegio" siempre ha sido que "todo sea consensuado". Señaló, además, que "hay familias que están de vacaciones" y que a su vuelta "se encontrarán con una noticia de mal gusto" que "no es de recibo".

Raquel explicó que en dicha carta se les informa de la "obligatoriedad de comprar un uniforme", compuesto por "un pantalón gris marengo, polo blanco, calcetines azules y zapatos", "un uniforme en toda regla". Además, en el escrito se comunicaba "la supresión de cooperativas" para la compra de material escolar, que permitía a las familias unirse para reducir gastos.

Según concretó Raquel, esta norma se tomó tras los resultados de "un cuestionario anónimo y no vinculante" y destacó "que no todas las familias lo han recibido". En su opinión, "una norma tan importante para el colegio" no puede decidirse así.

Tras el estupor inicial, varios padres redactaron una carta de protesta a la que se han sumado hasta 70 familias a través de firmas, con la que buscan "mandar un mensaje para que la gente no compre ni material escolar ni uniforme" hasta llegar a un acuerdo. Les tranquiliza, sin embargo, la notificación de que aunque el colegio no retire la medida, su cumplimiento no es obligatorio.

Raquel opinó que este proceso busca "cambiar la imagen del colegio", "darle un aspecto más privatizado", "acorde con la política actual de Esperanza Aguirre", y subrayó que las familias en desacuerdo van a "solicitar el cambio de centro" para sus hijos.

Por su parte, Ángel Parra, miembro de la coordinadora de la asociación de vecinos de La Cañada, ha manifestado su apoyo a la protesta, y apuntó que el uniforme supone "un desembolso extra" que no todas las familias pueden sufragar. Angel valoró negativamente el efecto que puede tener en un niño acostumbrado a vestir "normal" al que "le hagan venir como si fuera a la mili"