MADRID 3 Abr. (EUROPA PRESS) -
El portavoz del Grupo Parlamentario Popular en la Asamblea de Madrid, Íñigo Henríquez de Luna, ha considerado que los datos del paro conocidos este martes son "malos para España y para la Comunidad de Madrid", y ha destacado que la reforma laboral "no es una varita mágica" que pueda crear empleo directamente.
En rueda de prensa en la Asamblea de Madrid, el 'popular' ha indicado que son datos "malos" para España y la Comunidad de Madrid, y ha señalado que el hecho de que el paro siga subiendo y que la crisis lejos de remitir siga agudizándose es "el mejor argumento en favor de la necesidad de seguir haciendo reformas".
"Como ayer el presidente Rajoy dijo: No nos vamos a parar aquí. No nos vamos a parar en la reforma laboral, que no es una varita mágica que pueda crear empleo directamente", ha señalado a renglón seguido.
Por su parte, el portavoz del PSOE en la Asamblea de Madrid, Tomás Gómez, ha tildado de "preocupante" esta cifra de paro, y ha destacado que desde que Mariano Rajoy es presidente del Gobierno "hay en España 328.000 nuevos parados que se han inscrito en las oficinas de empleo".
Según Gómez, en Madrid la cifra es "peor que en España", ya que cuando se observa lo que ha ocurrido los últimos 12 meses, "en Madrid el paro ha crecido por encima de la media nacional". A su juicio, esto pone de manifiesto las "políticas equivocadas" de la presidenta regional, Esperanza Aguirre y del PP en Madrid.
Desde IU, el diputado Joaquín Sanz ha dicho que si se comparan con los datos del trimestre pasado son "demoledores", y ha opinado que son "las consecuencias de la reforma laboral, que lleva prácticamente dos meses puesta en marcha".
Así, ha tirado de ironía para decir que la Comunidad ha enviado una delegación a ver al Papa "a pedir un milagro" y otra a ver "al padrino de Las Vegas a ver si echa una mano".
Por último, por parte de UPyD su portavoz, Luis de Velasco, ha indicado que es un "mal dato", y "muy mala noticia". En su opinión, es "el primer efecto de una reforma laboral", que busca "desequilibrar enormemente" la relación entre trabajadores y empresarios y "abaratar el despido".