Pradillo: "No es una exageración decir que Madrid sería hoy distinto sin el Consorcio de Transportes y sin el abono"

MADRID, 26 Feb. (EUROPA PRESS) -

El gerente del Consorcio Regional de Transportes de Madrid, José Manuel Pradillo, ha asegurado que "no es una exageración" decir que Madrid "sería hoy distinto" si no se hubieran dado dos hechos: la creación del organismo que actualmente dirige y la aparición del abono transportes.

En una entrevista concedida a Europa Press, con motivo del 25º Aniversario del Consorcio, Pradillo ha señalado que en materia de transporte público los dos hechos más importantes que han tenido lugar en Madrid en los últimos 25 años han sido la creación del Consorcio, en marzo de 1986, y la constitución del abono transporte, que salió a la venta el 1 de enero de 1987.

"La necesidad de dotar a Madrid de una autoridad única que gestionara todo el transporte de Madrid en su conjunto era tan evidente que los distintos partidos políticos incluyeron este compromiso en los programas electorales para las elecciones municipales de 1979", ha recordado, aunque finalmente, matiza, se hizo realidad "a mediados de los 80".

Respecto al abono, ha indicado que las primeras previsiones calculaban que lo usarían unas 300.000 personas y que hoy, lejos de esa cifra, tiene casi un millón y medio de usuarios al mes. "Un millón y medio de personas que utilizan el transporte público de forma habitual en sus desplazamientos es un gran éxito del que muchas ciudades del mundo querrían presumir", ha añadido.

Por eso, ha manifestado que "no es una exageración decir que Madrid sería hoy distinto si aquellos dos hechos no hubieran tenido lugar", porque, en su opinión, "el crecimiento y la evolución de Madrid en estos últimos años ha estado muy ligada al crecimiento y desarrollo de su red de transportes".

Siguiendo esta línea, Pradillo ha destacado que para animar a los madrileños a usar el transporte público, continuarán otros 25 años más "respondiendo con eficacia y rapidez a las crecientes demandas de movilidad de los ciudadanos". "En este cuarto de siglo, la oferta de transporte público se ha multiplicado y ha mejorado tanto su calidad que se ha convertido en referencia y ejemplo a seguir para muchas grandes ciudades de todo el mundo", ha indicado.

Y, a su juicio, no sólo les ven con "buenos ojos en el exterior". El gerente del Consorcio ha hecho referencia a que los ciudadanos de Madrid "valoran muy positivamente la calidad del transporte de la región, como demuestran las encuestas de calidad que se realizan periódicamente".

De hecho, se evidencia con datos como que en estos 25 años han conseguido que "cada vez más usuarios sustituyan el vehículo privado por el transporte público en sus desplazamientos cotidianos". "Prueba de ello es que hoy el 75 por ciento de los desplazamientos en la almendra central de Madrid se realizan en transporte público. En 1986 hubiera sido impensable", ha señalado.

EVOLUCIÓN DE LOS INTERCAMBIADORES

Una de las infraestructuras clave de Madrid son sus intercambiadores. Como recuerda Pradillo, los primeros comenzaron a construirse en aquellos años 80 y "desde entonces su evolución ha sido impresionante", ha asegurado.

En aquellos años, recuerda, los intercambiadores en superficie, como el de Aluche, cumplieron su función de reordenar el tráfico y facilitar el acceso a los usuarios, pero a medida que la población y la oferta de autobuses fue creciendo al ritmo que lo hizo, se hizo necesario "buscar nuevas fórmulas".

Así, se ha referido al año 2000, cuando se inauguró Avenida de América, "que supuso una verdadera revolución para la época". "Pero pronto resultó imprescindible avanzar aún más", ha manifestado, indicando que el "paso definitivo" fue la construcción de los cuatro intercambiadores inaugurados en 2007: Plaza de Castilla, Príncipe Pío, Plaza Elíptica y Moncloa".

Por ellos pasa cada día un millón de personas, "una cifra que supera a la población de muchas grandes ciudades", ha continuado. En este punto, ha explicado que el concepto de los intercambiadores que tienen hoy día "es totalmente distinto al de los años 80".

Y es que, por ejemplo, ahora son subterráneos, cuentan con zonas separadas de espera para los viajeros y de circulación de autobuses, y tienen salidas directas a las vías principales de comunicación "a través de modernos sistemas de túneles". "Son totalmente accesibles... Son aeropuertos para autobuses", ha apostillado.

En los mismos, ha dicho, los usuarios "no sólo acceden al transporte público y pueden hacer transbordo con Metro, sino que también tienen a su disposición todo tipo de servicios". "No es sólo un lugar de paso, es un lugar agradable del que disfrutar", ha asegurado Pradillo, para concluir: "La calidad de estos intercambiadores es reconocida en todo el mundo, como prueba el hecho de que en estos tres años de funcionamiento han recibido importantes premios nacionales e internacionales".