MADRID 27 Mar. (EUROPA PRESS) -
El Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM) insistió hoy en que el proyecto del Eje Prado-Recoletos necesita, previamente, de una evaluación de impacto ambiental y de los efectos sobre el tráfico rodado en la ciudad.
El COAM, que insistió en que mantiene la misma posición desde diciembre de 2007 y que no está conforme con los continuos cambios del proyecto, mantiene una opinión que coincide así en algunos aspectos con las alegaciones presentadas por la Comunidad de Madrid.
En este sentido, requiere que, para la aprobación de cualquiera de las soluciones, son necesarios dos análisis técnicos exhaustivos: La evaluación del impacto ambiental, así como el establecimiento del conjunto de medidas correctoras y compensatorias que den por resultado una mejora de las condiciones entre el estado anterior y el posterior a la realización del proyecto; así como el análisis de tráfico mediante la aplicación de un modelo matemático informatizado con base de datos de la última encuesta de movilidad realizada.
El COAM subraya que "nunca ha cuestionado la legitimidad del Concurso realizado en su día, ni el fallo del mismo que recayó en la propuesta conceptual y en el equipo de profesionales que está desarrollando el trabajo", aunque sí lamenta "la no incorporación a la convocatoria del Concurso de factores como la resolución tanto de los impactos ambientales o del tratamiento de los efectos sobre el tráfico y circulación".
"Ambos deberían haber sido aspectos de valoración de altísima relevancia que tendrían que haber sido sopesados en la apreciación y adjudicación de los proyectos presentados y en la determinación del fallo del Concurso", manifiesta.
Con respecto a la posibilidad de la ejecución de un túnel para acoger el tráfico que actualmente discurre por el Paseo del Prado, el vocal de Urbanismo de la Junta de Gobierno del COAM y presidente de la Comisión de Urbanismo, Pedro Ortiz, considera que los pasos subterráneos "no son, en términos generales, negativos para la ciudad".
"Los aspectos negativos están en sus embocaduras de entrada y salida. El impacto medio ambiental de ruido, contaminación y velocidad que se produce en sus embocaduras debe ser controlado, contrarrestado, diluido y, en ningún caso deben dañar a los ciudadanos ni los valores ambientales de la ciudad", recuerda el COAM.
En este sentido, en el caso del Eje Prado-Recoletos, el COAM cree que solo se puede determinar si es posible o no su realización con un estudio en el que se establezcan con precisión cuáles son los condicionantes que imponen las infraestructuras y demás elementos que ya alberga el subsuelo de este espacio urbano.
"La posibilidad de incorporación de este túnel se determinará a partir de este conocimiento preciso y de una propuesta profesionalmente factible", añade.