MADRID 21 Oct. (EUROPA PRESS) -
Kristian Fernando D.D., acusado de ser el autor material de la muerte en 2006 del joyero José Manuel Mateo Redondo, declaró hoy en la Audiencia Provincial de Madrid que en el forcejeo que mantuvo con la víctima durante un atraco perdió el control de la pistola que portaba para amedrentarle y "el arma se disparó por todos los lados", impactando cuatro de las balas en el cuerpo del fallecido.
Con tres horas de retraso por el parón de los secretarios judiciales, la Audiencia madrileño comenzó esta mañana a juzgar a cuatro acusados de asesinar a José Manuel Mateo Redondo, de 59 años, quien falleció el 27 de septiembre de 2006 en el Hospital Clínico de Madrid tras recibir un día antes cuatro tiros en plena calle en el centro de la capital. Mañana se reanudará la sesión con la prueba testifical y la pericial.
Los procesados se enfrentan a 24 años de prisión por los delitos de homicidio, intento de robo con violencia e intimidación, tenencia ilícita de armas, continuado de hurto y falsedad documental. Se sientan en el banquillo de los acusados los argentinos Roberto C.N., Carlos Arturo P. y Mario Alberto M.T., así como el uruguayo Kristian Fernando D.D.
Durante su declaración, Kristian Fernando D.D. admitió que el asalto al joyero iba encaminado a robarle las joyas, pero insistió en que no hubo "intención de quitarle la vida". "Fui a hacerle un tirón, pero me agarró y no me soltaba. En el forcejeó, la pistola se disparó. Otra persona trató de reducirme y perdí el control del arma, que se disparó por todos los lados", narró el acusado, quien recalcó que "nunca antes había tenido un arma entre sus manos".
Exculpando a los otros acusados, el joven explicó a la Sala que él y Mario Alberto M.T. habían planeado con una persona ajena al procedimiento el robo, apuntando que el individuo que le entregó la pistola era un tal José Guerrero. "Yo iba a hacer un tirón de bolso. Si sé que había armas de por medio no hubiera participado", apostilló.
De igual modo, Mario Alberto M.T. confesó que tenían planeado robar el maletín a la víctima, pero "todo salió mal" debido a la resistencia que ofreció en el momento del atraco. Por su parte, los otros dos procesados se acogieron a su derecho a no declarar.
VIGILADO DESDE JULIO
La Fiscalía de Madrid sostiene que los acusados seguían desde julio de 2006 los movimientos del joyero. Alrededor de las 20.00 horas del 26 de septiembre de 2006, la víctima salió de su taller con un maletín y una bolsa de viaje en la que guardaba un muestrario de joyas, valoradas en 60.000 euros, siendo vigilado durante todo el día por Roberto C.N. y Carlos Arturo P.
Mateo bajó por la calle Isabel la Católica para recoger el coche que tenía aparcado en un garaje próximo. Una vez que los otros acusados divisaron al joyero, le interceptaron en la calle y se colocaron a su espalda. Fernando D.D. agarró con fuerza la bolsa que portaba, tratando de arrebatársela. Entonces, se produjo un forcejeo entre ambos, en cuyo transcurso Kristian esgrimió el arma que portaba y le descerrajó cuatro tiros. Además, le golpeó la cabeza con el arma.
La víctima, casado y con dos hijos, sufrió cuatro impactos de bala, por lo que fue trasladado al Hospital Clínico de Madrid. Mateo falleció un día después como consecuencia de las graves heridas que le originaron lesiones en órganos vitales, dando lugar a una hipovolemia y en última instancia una parada cardiaca irreversible.