MADRID, 14 Mar. (EUROPA PRESS) -
Los presuntos asesinos del enfermero del hospital Ramón y Cajal le pedían dinero frecuentemente, por lo que su muerte podía estar relacionada con desavenencias ante una posible chantaje o extorsión, según han informado a Europa Press fuentes cercanas a la investigación del caso.
La Policía Nacional arrestó la semana pasada a dos personas por el homicidio de Ángel Luis G. R., hallado muerto en su domicilio de Ríos Rosas el pasado 30 de enero, según ha informado este lunes la Jefatura Superior de Policía de Madrid.
Los arrestados son Eloy T. R. y Rafael Antonio R. R., de 33 y 29 años respectivamente. Los hechos de los que se les acusa se remontan a la madrugada de ese día. En torno a las 8 horas, agentes de seguridad ciudadana localizaban el cuerpo sin vida del enfermero, de 52 años, tendido en la cama de su dormitorio con varias heridas de arma blanca.
En ese momento se activó el protocolo de actuación ante delitos violentos. Agentes de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana acordonaron el lugar y protegieron la escena del crimen. El Grupo de Homicidios de la Brigada Provincial de Policía Judicial inició la investigación a la vez que expertos de Policía Científica comenzaban la minuciosa inspección ocular técnico-policial
Los investigadores pronto averiguaron que los presuntos autores del hecho, tras cometer el crimen, sustrajeron del interior del domicilio un teléfono móvil y un ordenador portátil propiedad de la víctima, por lo que centraron sus pesquisas en estos aparatos electrónicos.
Tras varias gestiones, los agentes pudieron constatar que el terminal de telefonía era utilizado frecuentemente por un individuo. Una vez procedieron a su identificación, los investigadores localizaban y detenían a uno de los sospechosos, Eloy, en la zona centro de Madrid. Al día siguiente, los agentes averiguaron que Rafael Antonio también estaba implicado en el homicidio. Igualmente fue detenido.
Con la preceptiva autorización judicial, los agentes practicaron las correspondientes entradas y registro en los domicilios de los arrestados, donde localizaron varios efectos que evidencian la relación previa entre los arrestados y la víctima. También se intervino una espada tipo 'katana'.
Uno de los detenidos se autoincumpló del crimen ante la Policía, mientras que el otro arrestado es amigo del primero, según han informado a Europa Press fuentes de la investigación. Los detenidos ya han sido puestos a disposición judicial. La investigación ha sido llevada a cabo por el grupo VI de Homicidios de la Brigada Provincial de Policía Judicial de Madrid.
