MADRID 26 Nov. (EUROPA PRESS) -
La secretaria de Sanidad del Partido Socialista de Madrid (PSM), Laura Oliva, ha acudido este lunes al Instituto Cardiológico de Madrid con el fin de arropar a sus trabajadores, que temen que con el "cierre" del centro cerca de 200 personas vayan al paro.
En declaraciones a los medios de comunicación a las puertas del centro, la socialista ha explicado que están "apoyando las reivindicaciones" de los trabajadores del Hospital Cardiológico de Madrid, que "tenía un programa propio en los presupuestos de la Comunidad de Madrid hasta que la Comunidad de Madrid ha decidido cerrarlo".
Asimismo, Oliva ha criticado que la Consejería que dirige Javier Fernández Lasquetty "ha procedido, de manera absolutamente irregular, a cambiar su nombre en la página web de la Consejería" pasando a llamarlo centro y no hospital.
La dirigente socialista ha señalado que gracias a este centro pacientes con problemas cardiológicos eran atendidos "en el plazo más breve" de tiempo y se descargaba la presión a otros hospitales y centros de salud.
"No es un servicio más del Hospital Clínico, sino un centro con entidad propia y los socialista creemos que debe seguir manteniendo sus funciones como hasta ahora", ha recalcado.
Por su parte, el presidente del Comité de Empresa del centro, José Antonio Rivero, ha afirmado que es "un ejemplo de la desvergüenza del PP en materia de sanidad".
Así, ha indicado que ya se les ha comunicado oficialmente el cierre del Hospital Instituto de Cardiología, que el personal fijo se va a integrar en el Clínico y que el eventual iría "a la calle".
Rivero, que ha opinado que esta acción "desenmascara la forma de hacer de la Comunidad de Madrid", ha señalado que esta medida va "en perjuicio de los cientos de personas que está atendiendo".
Según ha indicado, los usuarios "difícilmente van a encontrar" en otro lado la relación médico-paciente que tienen en el centro y van a "formar parte de una larga e inmensa lista de espera".
En el caso de los trabajadores, ha indicado que si se lleva a cabo el cierre del centro perderán su empleo 50 profesionales y alrededor de 130-140 eventuales que ahora trabajan en el Clínico.