MADRID, 29 Dic. (EUROPA PRESS) -
El Grupo Municipal Socialista en Madrid ha presentado 29 alegaciones a la nueva Ordenanza del Ruido que ha preparado el Gobierno de la capital, asegurando que el nuevo texto "no va a resolver el grave problema de ruido que hay en Madrid" sino que incluso "supone un claro retroceso en relación a la actual normativa en algunos aspectos".
Según ha indicado el portavoz socialista en materia de Medio Ambiente, Pedro Santín, "el proyecto de ordenanza, en su redacción actual, no resulta nada novedoso o de interés para resolver el grave problema de ruido de Madrid".
Por ello, los socialistas han presentado sus alegaciones, en las que se propone reducir en cinco decibelios los niveles máximos de ruido permitidos en las inmediaciones de hospitales, centros de mayores, residencias de ancianos y otros equipamientos sociales y educativos.
Asimismo, piden ampliar el radio para realizar fiestas o actos que superen temporalmente los límites de ruido permitidos en el entorno de residencias de mayores, centros sanitarios o centros docentes hasta los 150 metros frente a los cien metros que recoge la nueva Ordenanza.
Otra de las alegaciones del Grupo Municipal Socialista hace mención a las obras en edificios, viviendas o en la vía pública. La nueva Ordenanza las prohíbe de 22 a 7 horas en días laborables y de 22 a 9 horas los sábados, domingos y festivos.
Así, el PSOE propone ampliar esta prohibición desde las 22 hasta las 8 horas en días laborables y desde las 22 a las 9.30 horas los sábados, domingos y festivos. "Es decir, ampliar en una hora el horario en el que está prohibido hacer obras en días laborables y en media hora los sábados, domingos y festivos", ha puntualizado Santín.
OTRAS ALEGACIONES
Desde el PSOE se propone también que los propietarios sean directamente los responsables de los ruidos que ocasionen sus animales molestando al vecindario, así como que se prohíba la realización de aceleraciones injustificadas de vehículos o frenazos no motivados por riesgo de colisión y atropello, "debido al ruido y a la alarma que producen en los ciudadanos".
También piden que las alarmas instaladas en los vehículos no puedan estar funcionando más de tres minutos, cuando la nueva Ordenanza permite hasta cinco minutos, o que circular en vehículo o motocicleta a escape libre sin silenciador se considere una falta muy grave con multas de entre 301 y 600 euros, y no grave como está prevista en la nueva ordenanza, con multas de entre 91 y 300 euros.
Según Santín, "esta ordenanza, que es la tercera que tiene Madrid en ocho años, es arbitraria, ya que permite sancionar con 750 euros de multa por gritar o vociferar en la calle sin aclarar con precisión los conceptos de gritar o vociferar, o por tocar el claxon sin hacer mayores precisiones, o por hacer ruido mientras se hace botellón en la calle sin que se establezca cuál es la intensidad del ruido necesaria para merecer una multa y si es imprescindible que ese ruido tenga que ser medido con el instrumental necesario".
"Es decir, esta Ordenanza permite que un Policía Municipal le pueda multar a uno por hacer ruido en la calle sólo con su testimonio y sin ninguna prueba, lo que sin ninguna duda provocará que las sanciones que recurran los infractores puedan ser anuladas por la justicia por indefensión", ha añadido.
Por eso, el edil ha insistido en que "el hecho de que Madrid sea actualmente la capital más ruidosa de Europa junto con Atenas no va a mejorar con la nueva ordenanza", que a su entender "será papel mojado y no resolverá el problema del ruido en la capital".
"Además, hay que recordar al Ayuntamiento que para reducir el ruido en Madrid hay que poner voluntad política para acabar con la indisciplina y la impunidad acústica, que es total en esta ciudad, y también invertir en políticas de aislamiento acústico en las zonas más ruidosas, así como fomentar la concienciación ciudadana sobre este problema, algo que el Ayuntamiento no hace a pesar de que resulta imprescindible si realmente queremos que el ruido se reduzca de verdad", ha concluido.