PSOE ve la nueva ordenanza contra ruido y botellón como un "negocio" que aportará 40 millones a las arcas municipales

MADRID 22 Nov. (EUROPA PRESS) -

El portavoz socialista de Medio Ambiente en el Ayuntamiento de Madrid, Pedro Santín, ha arremetido en la comisión ordinaria del ramo contra la nueva ordenanza contra el ruido y el botellón por no ser más que un "negocio" con el que las arcas municipales sumarán unos 40 millones de euros al año.

La última Junta de Gobierno dio el visto bueno al proyecto inicial de la Ordenanza de Protección contra la Contaminación Acústica y Térmica que sustituirá, cuando se apruebe en el Pleno de enero, a la vigente desde 2004.

El nuevo texto se adapta a la legislación estatal en materia de ruido. Según el alcalde, Alberto Ruiz-Gallardón, se da un paso más contra el botellón al sancionarse por primera vez con multas de 300 a 600 euros a las personas que produzcan molestias vecinales por ruido mientras consumen bebidas en los espacios públicos, es decir, tanto en la vía pública como en espacios verdes, e incluso en espacios exteriores de titularidad privada y uso público. Este hecho será sancionable desde las 23 hasta las 7 horas.

Para Santín, tanto Gallardón como la delegada de Medio Ambiente, Ana Botella, no se preocupan por políticas para acabar con el botellón sino que sólo les interesa "sacar una nueva ordenanza para justificar un nuevo ingreso de 40 millones de euros al año". Y es que, para el PSOE, el objetivo del nuevo texto no es otro que "recaudar". Para ello aplican una sencilla fórmula matemática al permitirse la acumulación de multas.

Así, establecen que el año pasado la Policía Municipal interpuso 46.400 denuncias por botellón, cantidad que multiplican por la cuantía de entre 300 y 600 euros de sanción por generación de ruido lo que les lleva a señalar que el Ayuntamiento podría recaudar un mínimo de 20 millones de euros al año.

Por otro lado, la infracción por consumo de alcohol en la vía pública es de entre 300 y 600 euros, motivo por el que se podrían conseguir otros 20 millones de euros más para las arcas municipales. Sumados ambos conceptos darían la cifra final mostrada por los socialistas. A eso se añade que la Comunidad podría aceptar, como parece, transferir al Consistorio las competencias para recaudar las sanciones.

Santín ha argumentado además que no ve la necesidad de una nueva ordenanza "cuando hay instrumentos jurídicos suficientes en la actual para combatir el ruido y el botellón" pero "no se aplican". Por su parte, Botella ha dicho estar "sorprendida" después de que el PSOE relacionara la futura norma, en periodo de alegaciones, con la recaudación que podría obtener el Ayuntamiento. Y es que su finalidad no es otra que los vecinos "puedan dormir en el centro de la ciudad".

A su vez, Botella ha defendido que se pondrá en marcha la nueva ordenanza para adaptarse a la nueva Ley del Ruido para, a renglón seguido, confesar que la norma municipal se inspira en la Ley del Tráfico del Gobierno central, donde los padres se tienen que hacer responsables de las multas de sus hijos menores. Todo ello después de que el PSOE criticara este punto de la ordenanza a aprobar.