MADRID 1 Sep. (EUROPA PRESS) -
El cadáver del vigilante de seguridad ecuatoriano asesinado a balazos el pasado 2 de agosto en Las Barranquillas descansa ya en su país de origen tras ser repatriado a Quito este fin de semana, informó la Secretaría Nacional del Migrante de Ecuador (SENAMI).
El hombre, Pedro Pilatuña, de 66 años de edad, con estancia legal en España y sin antecedentes policiales, recibió siete impactos de bala tras ser atacado por dos desconocidos cuando regresaba a casa, cerca de un almacén de muebles donde trabajaba como vigilante de seguridad.
El asesinato se produjo sobre las 18 horas de ese día, cuando la Policía recibió una llamada del hijo de Pilatuña, que comunicó lo que había pasado. Minutos después se desplazó al lugar una ambulancia del Samur-Protección Civil, que confirmó el óbito del individuo, que había muerto acribillado.
Los facultativos comprobaron que había recibió tres impactos de bala en el cuello, uno en el lado izquierdo de la cara, uno en el hemitórax izquierdo, otro en el homoplato y un séptimo en el brazo izquierdo.
El cuerpo sin vida se encontraba al final del camino de la Magdalena, concretamente en el número 112, muy dentro del poblado de las Barranquillas, conocido como por ser uno de los grandes 'mercados' de la droga de la región. No obstante, el fallecido no era toxicómano y las primeras hipótesis descartaban que el móvil del crimen estuviera relacionado con estupefacientes. Agentes del Grupo X de Homicidios de la Brigada Provincial de la Policía Judicial de Madrid se hicieron cargo de la investigación.