AYUNTAMIENTO DE FUENLABRADA
MADRID 31 Dic. (EUROPA PRESS) -
El alcalde de Fuenlabrada, Manuel Robles, ve "luces y sombras" en la gestión de José Luis Rodríguez Zapatero al frente de la Presidencia del Gobierno aunque, en cualquiera de los casos, ha querido resaltar el "tremendo respeto" que tiene hacia él.
En una entrevista concedida a Europa Press, Robles ha hecho hincapié en que hay que diferenciar entre la primera y la segunda legislatura del ya expresidente.
"Bajo mi punto de vista, en la primera legislatura se hicieron leyes muy importantes para el Estado de Bienestar y las libertades individuales y colectivas de muchos ciudadanos", ha dicho, reivindicando en consecuencia la "gran transformación social" que Zapatero ha puesto en marcha en España.
Una transformación que ha supuesto, según Robles, una "referencia en el socialismo español e internacional" en aspectos como la "Igualdad, la Ley de Dependencia o el matrimonio entre personas del mismo sexo". "Se trata de una serie de libertades como no se habían conocido en la historia", ha apostillado.
Por último, ha asegurado que "en esa legislatura se generó más empleo que en toda la historia democrática española". "Había cerca de 22 millones de personas trabajando y se aumentaron las pensiones como nunca", ha recordado.
SEGUNDA LEGISLATURA
Respecto a la segunda legislatura de Zapatero como presidente del Gobierno, el alcalde de Fuenlabrada ha puesto el acento en la crisis económica.
"Discrepo cuando se dice que España no supo ver la crisis económica: hay que ser justos, no la vio nadie. El señor (Rodrigo) Rato era director del Fondo Monetario Internacional y tampoco vio por dónde venía. Achacar eso sólo a Zapatero me parece injusto", ha opinado.
En cualquier caso, y dejando a un lado el diagnóstico de la recesión, Robles ha reconocido que "se tomaron medidas dentro del marco europeo que no conectaron con la sociedad". "Esas son las sombras: había que haber planteado una consulta a la ciudadanía para tomar las medidas que conectaran en ese aspecto", ha advertido.
En cualquier caso, ha señalado que "nadie", en diferentes foros del partido, salvo "algunas minorías", salió entonces a criticar "algunas decisiones". De ahí que haya considerado "injustas" algunas de las consideraciones que se están haciendo a la hora de valorar la gestión del expresidente.
Por último, ha asegurado que "todo esto ha tenido su repercusión en el seno del Partido Socialista". "Yo creo que tenemos que preparar al partido para que tenga voz autónoma incluso cuando estemos gobernando. Ese es uno de los debates interesantes que habría que plantear en el 38 Congreso del PSOE", ha concluido.