Salvaguardar el patrimonio cultural ante una emergencia: Así funcionan las fichas que protegen la historia de la región

Un simulacro de incendio dentro del proyecto de las fichas de salvaguarda
Un simulacro de incendio dentro del proyecto de las fichas de salvaguarda - COMUNIDAD DE MADRID
Europa Press Madrid
Publicado: sábado, 13 diciembre 2025 8:44

MADRID 13 Dic. (EUROPA PRESS) -

En una emergencia, cada minuto cuenta, y en escenarios en los que está en juego el patrimonio cultural, disponer de instrucciones claras permite evitar daños irreversibles. Esa es la principal misión de las fichas de salvaguarda, un recurso esencial para actuar con rapidez y precisión cuando una emergencia amenaza siglos de historia.

Esta herramienta, pionera en España impulsada por la Subdirección General de Patrimonio Histórico, facilita la actuación de los equipos de emergencia ante incidentes que afecten a bienes culturales de la Comunidad de Madrid.

El origen de estas fichas responde a una necesidad concreta: ofrecer a Bomberos, UME, Guardia Civil, Policía Nacional y demás servicios implicados un protocolo de actuación preciso, adaptado a cada edificio histórico. Su elaboración se realiza en colaboración directa con estos cuerpos, lo que permite integrar su experiencia operativa en un documento que, bajo presión, debe ser sencillo de consultar y extremadamente útil.

Las fichas contienen información planimétrica del inmueble, la descripción de su entorno, las características constructivas, los accesos disponibles y los sistemas de protección instalados, desde detectores de humos hasta extintores. Sin embargo, su elemento más determinante es el inventario detallado de los bienes muebles que alberga cada espacio.

Allí se especifica su ubicación exacta, el orden de prioridad para su salvaguarda y la decisión sobre si deben ser evacuados o protegidos 'in situ'. También incluyen instrucciones sobre la manipulación y retirada de piezas, así como las vías de desalojo más adecuadas.

Todo ello persigue un objetivo fundamental: reducir al mínimo el tiempo de respuesta. Precisamente, este proyecto de conservación preventiva nació a finales de 2019, año en el que se produjo la tragedia ocurrida en la Catedral de Notre Dame de París. El incendio que devastó la icónica catedral francesa dejó al descubierto las vulnerabilidades de muchos monumentos históricos frente a emergencias de gran escala. Aquel desastre puso de manifiesto la necesidad de contar con protocolos específicos para la protección del patrimonio cultural en situaciones de riesgo.

Desde la puesta en marcha de las fichas de salvaguarda, la Subdirección General de Patrimonio Histórico ha elaborado 150 vinculadas al patrimonio de la Iglesia en el marco del convenio con la Provincia Eclesiástica de Madrid, además de las correspondientes a espacios como la Casa Natal de Cervantes, el Paraninfo de la Universidad, la Capilla de San Ildefonso, el Palacio Laredo, el Museo Ulpiano Checa, el castillo de Manzanares El Real, la Casa Museo Lope de Vega o el Museo Taurino de Las Ventas. En total, 102 edificios de la Comunidad de Madrid cuentan hoy con este instrumento preventivo.

SIMULACROS DE INCENDIOS PARA SALVAR EL PATRIMONIO

Para comprobar su eficacia, el Ejecutivo autonómico ha impulsado en los últimos años cuatro simulacros de incendio en los que las fichas han sido puestas a prueba en condiciones reales.

Todos ellos se han desarrollado bajo la formación y coordinación de Charo Fernández de las Heras, de la Subdirección General de Patrimonio Histórico, y han implicado a equipos de la Agencia de Seguridad y Emergencias Madrid 112, parques de Bomberos, Protección Civil, policías locales y nacionales, restauradores voluntarios de la Escuela de Restauración y Conservación y técnicos de patrimonio.

El primero tuvo lugar en 2022 en la Catedral de Getafe, donde se ensayó el rescate de una persona atrapada en el interior del templo, la evacuación de dieciséis bienes muebles y la protección 'in situ' de otros diecisiete, siguiendo al pie de la letra las indicaciones recogidas en la ficha del edificio. El ejercicio contempló también el montaje de carpas para el triaje, embalaje y posterior traslado de las piezas para su revisión y custodia.

Tras el éxito de este ensayo, en 2023 se desarrolló un segundo simulacro en la Catedral Magistral de Alcalá de Henares, donde tanto la coordinadora técnica como el jefe de Bomberos de la localidad analizaron el papel decisivo de estas fichas en la organización de la respuesta a una emergencia.

En 2024, la práctica se trasladó al municipio de Villamanta, con el añadido de trabajar por primera vez en dos edificios afectados simultáneamente. El fuego se originaba en la Iglesia Parroquial de Santa Catalina de Alejandría y se extendía al cercano Museo Casa del Tío Breva. La evacuación y embalaje de los bienes dio paso a su traslado al Centro Cívico, donde restauradores y técnicos evaluaron su estado una vez puestos a salvo.

El cuarto simulacro, en 2025, se celebró en la Hospedería y Antiguo Convento de Boadilla del Monte, un edificio del siglo XVII donde se ensayó la propagación del incendio a través de la cubierta. Las piezas se evacuaron según el orden de prioridad recogido en las fichas, mientras que el resto se protegió en su lugar, incorporando como novedad el uso de mantas ignífugas para protegerlas del calor, los gases y el fuego.

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