MADRID, 16 Oct. (EUROPA PRESS) -
El sindicato Unión Federal de Policía (UFP) criticó hoy duramente la orden de la Delegación del Gobierno de devolver a sus propietarios las armas incautadas en la calle, ya sea con motivo de intervenciones policiales o en controles preventivos.
Desde hace aproximadamente dos años, este sindicato ha denunciado hasta en tres ocasiones a los responsables de la Jefatura Superior de Policía de Madrid, esta orden de la Delegación. "La delegada del Gobierno cree que en España existe el derecho a portar armas. La Asociación de Rifle Americana querrá ficharla como socia, pero dicho cargo público olvida, desgraciadamente, algo tan elemental como esencial: el uso de un arma aumenta el riesgo de cometer un delito, de causar lesiones, y peor todavía, de provocar una muerte de un inocente", subraya el Sindicato.
Las armas incautadas, en algunos casos de hasta 21 centímetros de hoja, son intervenidas a personas que, en ocasiones, han sido detenidas por cometer un hecho delictivo, y cuya excusa por parte de sus propietarios es que no saben de dónde provienen. Por su parte, la legislación vigente, L.O. 1/92 de Protección de la Seguridad Ciudadana, en su artículo 23.a, sanciona como infracción grave la tenencia o porte de armas en vía pública.
"Los Policías, dentro de la realización de sus funciones, intervienen las armas e incoan dicha Acta, proponiendo una sanción a su portador. !Cuál es su sorpresa cuando al cabo del tiempo contemplan cómo viene la orden de la Delegación de Gobierno para devolvérsela a su portador!", señala el SUP.
"Incluso se realizan operaciones especiales por parte de la Brigada Provincial de Seguridad Ciudadana para sacar armas de la calle. Es decir, se puede estar ante un incumplimiento de la Ley. ¿Qué significa para la Delegación de Gobierno el término prevaricar cuando ni siquiera se sanciona por ello?", consideró en un comunicado.
El sindicato plantea que, en muchos casos, es complicado entregar una citación para que asistan a juicio este tipo de personas, de modo que mucho más aún si hay que entregarles un cuchillo, un puñal o una navaja de grandes dimensiones. "¿Qué cara se le quedará al Policía que lo realice cuando ve que su trabajo se echa para atrás y no ha servido para nada. Más aún, si éstas han sido requisadas en un hecho delictivo", planteó.