Temperaturas que no dan respiro: Las mascotas también sufren los efectos adversos de una ola de calor que no cesa

Los casos más frecuentes de golpes de calor en mascotas en Madrid se producen cuando se dejan los animales en el interior de vehículos

Archivo - Un perro bebe agua de una fuente, durante un episodio de calor “extraordinario”, a 31 de mayo de 2025, en Madrid (España).
Archivo - Un perro bebe agua de una fuente, durante un episodio de calor “extraordinario”, a 31 de mayo de 2025, en Madrid (España). - Ricardo Rubio - Europa Press - Archivo
Europa Press Madrid
Publicado: sábado, 9 agosto 2025 13:44

MADRID, 9 Ago. (EUROPA PRESS) -

Las mascotas también sufren los efectos adversos de la ola de calor que asola la Comunidad de Madrid y que se extenderá al menos hasta el jueves 14 de agosto --es decir, un total de once días desde su inicio--, según datos de la Agencia Estatal de Meteorología (AEMET). En este escenario, el golpe de calor también amenaza a perros, gatos y aves en verano.

Veterinarios y expertos advierten que los casos más frecuentes en perros y gatos se producen cuando los animales son dejados en el interior de coches, terrazas o balcones, donde permanecen durante horas soportando altas temperaturas, según ha indicado el Ayuntamiento de Madrid en un comunicado.

A diferencia de las personas, los perros y gatos no sudan. Para regular su temperatura corporal reaccionan incrementando la ventilación pulmonar con movimientos rápidos y frecuentes, boca abierta y lengua extendida. El nombre técnico de este mecanismo es polipnea térmica, aunque es más conocido como jadeo. Este sistema es poco eficiente y, ante temperaturas extremas, puede derivar en un golpe de calor.

En Madrid, los incidentes más graves de este tipo ocurren en coches estacionados. Incluso parados a la sombra y con las ventanillas ligeramente abiertas, con 35ºC en el exterior, un coche alcanza en apenas 60 minutos los 55ºC en los asientos y 75ºC en el salpicadero. En esas condiciones, el animal es incapaz de regular su temperatura y puede sufrir un colapso circulatorio.

Tampoco las terrazas o balcones son una alternativa segura. Con el paso de las horas, los animales pueden quedarse sin sombra donde refugiarse. Por ello, si se va a dejar la vivienda, es recomendable que las mascotas permanezcan en un lugar fresco y protegido del sol.

Otra recomendación clave es evitar el ejercicio en las horas de mayor calor. Aunque las personas también deben extremar precauciones, salir a correr con 35ºC y llevar al perro puede ser letal para el animal, ya que no puede sudar. Además, cada vez que jadeen --lo que indica una pérdida significativa de humedad-- es fundamental proporcionarles agua fresca.

RECONOCER EL GOLPE DE CALOR ES VITAL

Pero, ¿Cómo reconocer un golpe de calor en nuestra mascota? El animal comienza con jadeos más rápidos, cuello y lengua extendidos, y en algunos casos, en estado de excitación con búsqueda desesperada de aire. Si el problema progresa, entra en sopor y puede perder el conocimiento, con una temperatura interna de 40 a 42ºC.

En esos casos, lo primero es trasladarlo a un lugar fresco y ventilado, mojarlo con agua fría y ayudar a evaporar la humedad del pelo. Si reacciona, se le debe dar agua fresca y vigilar hasta que recupere la respiración normal. Si se está de viaje, no conviene reanudar la marcha hasta que la temperatura del vehículo sea adecuada; y si la situación ocurre durante una excursión, se recomienda mojar cabeza y dorso a intervalos regulares.

Si el perro o gato no reacciona, hay que acudir de inmediato a una clínica veterinaria. Durante el traslado, se puede aplicar un paño húmedo en la cabeza y el dorso para ayudar a reducir la temperatura del animal.

LAS AVES TAMBIÉN SUFREN LOS EFECTOS DEL CALOR

El sol y el aire fresco son beneficiosos para la salud de las aves, ya que favorecen la producción de vitaminas y el buen estado del plumaje. Sin embargo, en verano, el calor excesivo también supone un riesgo para estas mascotas.

Si la temperatura supera los 30ºC, lo mejor es llevar la jaula al interior. En caso de ponerla fuera, debe hacerse solo por la mañana temprano o a última hora de la tarde, evitando siempre el sol fuerte del mediodía.

Los síntomas de golpe de calor en aves incluyen plumas pegadas al cuerpo, inquietud en la jaula buscando sombra y respiración con el pico abierto. Si esto ocurre, hay que retirarlas del sol y pulverizarlas suavemente con agua, evitando empaparlas de golpe. Si no se recuperan, es imprescindible acudir al veterinario.

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