Tensión y lágrimas en el careo judicial entre los dos detenidos por el asesinato del militar en Cea Bermúdez

MADRID 12 Ago. (EUROPA PRESS) -

Un careo judicial ha enfrentado hoy las versiones de las dos personas detenidas por el asesinato del militar Norman Rodrigo Cevallos el pasado día 2 de agosto, quince minutos de intercambio dialéctico que se han sucedido momentos de tensión, gritos, puñetazos en la mesa y lágrimas.

Así, uno de los arrestado y presunto coautor del crimen, el ecuatoriano Giovanni Xavier V.S., alias 'El Muñeco', salió llorando de la sala de vistas y acusó a gritos al otro imputado, Willian Emilio H.C, alias 'Guille', de "asesino maldito".

El supuesto autor material del crimen salió de la sala tras el careo con gesto serio y una actitud impertérrita ante los gritos y abucheos de 'El Muñeco' y de sus allegados. Todo después un careo propuesto por el juez ante las diferentes relatos de los hechos, y en el que Giovanni acusó al dominicano de ser el único autor material de los hechos.

Después de las declaraciones individuales de los detenidos y del careo compareció el tercer imputado por los hechos, el ecuatoriano Wilmer H., acusado de lesiones y pertenencia a banda. Primeramente detenido, quedó en libertad con cargos. Su defensa ha alegado en todo momento que no tiene ninguna participación en el homicidio, y que tiene su trabajo estable y su familia.

A la salida de los juzgados de Plaza de Castilla, Wilmer y los allegados que le acompañaban no ha querido hacer declaraciones ni han respondido a las acusaciones que realizó ayer el padre del fallecido de que pertenecían a una banda Latin King.

También han declarado hoy ante el juez de Instrucción número 2 de Plaza de Castilla tres testigos de los hechos, que acompañaban a los amigos del fallecido. Las tres chicas, Erika, Marylin y Cristina han explicado en parecidos términos el relato manifestado ayer por la hermana de Norman.

Recordando esta versión, el militar le pidió que respetara a su hermana y ambos se enfrentaron a golpes. Minutos después, el grupo que increpó a la chica regresó con un puñal y uno de ellos, presuntamente el dominicano arrestado, asestó tres puñaladas al militar, por las que murió.

Previsiblemente, mañana no habrá más declaraciones de testigos, aunque los letrados se reunirán para que el juez resuelva la situación procesal de los encausados. Los dos detenidos están imputados provisionalmente por homicidio y Wilmer por lesiones y pertenencia a banda.

AMENAZAS AÚN NO CONSTATADAS

A la entrada de los juzgados, la abogada de la acusación particular, Cynthia Favero, reiteró que se pudieran aportar pruebas de presuntas amenazas vertidas contra amigas y testigos del fallecido si tienen conocimiento de ellas.

Tras las comparecencias testificales de ayer, el padre de Norman, Rodrigo Cevallos, señaló que los amigos y testigos del militar asesinado el domingo día 2 de agosto en la calle Cea Bermúdez se sienten amenazados por los artífices y el entorno de los presuntos asesinos de su muerte porque "son todos Latin Kings".

En este sentido, señaló que su hija no quiso ayer hacer declaraciones ante la prensa ante el miedo a posibles repercusiones contra ella por parte del grupo al que pertenecen los presuntos autores de los hechos. "Tenemos miedo y nos sentimos amenazados. A algunas chicas que han testificado les han amenazado. Es una banda y el Estado debería intervenir. Es gente mala, que sólo va matando. Se enseñaron con mi hijo por nada, porque no les conocían de nada", manifestó.

De hecho, según fuentes personadas en la causa, tras el asesinato varios coches desconocidos han merodeado por los domicilios de testigos de la familia e incluso han recibido amenazas por teléfono. Además, las mismas fuentes señalaron que uno de los detenidos, Wilmer Alexis H.Z, que quedó el libertad con cargos tras su arresto, se jactó hace unos días del asesinato en un chat. Esta prueba se podrá aportar al juzgado.

Además, algunos de los testigos están planteándose abandonar la capital tras el proceso judicial, ya que conocen el entorno de este grupo latino, y saben las localizaciones de las casas y trabajos de algunos de los testigos de la acusación.